Eduardo Berizzo pasó por la sala de prensa antes del último partido del año y tocó numerosos temas de presente y futuro del equipo: "Es el último partido y eso conllevará días de tranquilidad, pero toda situación es una oportunidad para aprovechar y reconducir esa sensación. Somos conscientes de que la producción futbolística puede y debe aumentar. Apoyados en una buena situación en la tabla hay que intentarlo sin caer en la ansiedad que nos impida jugar mejor. A veces esa ansiedad te termina perjudicando, pero dentro de una tranquilidad real en cuanto a números, debemos jugar mejor".
Sobre la enorme exigencia, dio su punto de vista: "Es una situación indispensable para ocupar este lugar. Nadie satisface a todo el mundo y cuando juegas bien no ganas, o al contrario. Cuando eliges a un jugador, dejas fuera a otro que lo habría hecho mejor. Es un relato recurrente en una profesión en la que uno siempre está en el ojo de la crítica porque mucha gente tiene opción de decir lo que piensa, hay una alta gama de crítica. Es cierto que podemos jugar mejor, pero no creo que seamos el equipo que peor juega ni podemos rasgarnos las vestiduras por un estilo que ojalá mejoremos, pero también hacemos cosas bien y tenemos un buen carácter. Ante el Levante jugamos hacia delante cuando teníamos el hábito de lateralizar y fallamos muchas, o las evitó su portero. Creamos ocasiones casi suficientes y otro equipo que las genere pudo haber jugado fantástico, pero la autoexigencia nos obliga a hacerlo mejor".
"Podemos jugar mejor pero no podemos rasgarnos las vestiduras por nuestro estilo de juego"
Dio su visión sobre lo que hay que mejorar pero poniendo las cosas en su contexto: "La pasión con la que se vive el fútbol aquí es exagerada y eso te da un campo lleno y una mística, pero el daño colateral que es la exigencia. Se compensa, porque la presión lleva a la exageración a veces y en ese hábito y dinámica nos encontramos todos. Para mejorar tenemos que aumentar el grado de presión y generar unos circuitos de juego más estables, menos improvisados. Somos un animal competitivo hacia delante y a veces hay que llevar el balón a un sector u otro, desdoblando laterales como hacemos en casa y eligiendo el mejor camino en cada momento".
Además, habló claramente sobre las posibles incorporaciones de enero: "Los fichajes de diciembre son más quirúrgicos para soluciones puntuales que en verano, donde hay una gama con la que puedes ir generando automatismos para que todo esté cubierto. Es para encontrar ese futbolista que te dé goles, el lateral de garantías o el central con buena salida de balón. Son cualidades particulares que solucionen deficiencias. En nuestro caso podría ser un jugador que nos dé más potencia en el ataque y necesitaremos un medio si sale Nzonzi. Iremos actuando para encontrar lo mejor para el equipo. Los que lleguen deben mejorar lo que tenemos y hay que ser exigentes con la búsqueda. Todo lo que nos haga mejores, bienvenido sea".
"Podría llegar un jugador que nos dé más potencia en ataque y un medio si es que sale Nzonzi"