Moyá no puede evitar el 1-1 en la ida de Copa Atlético-Sevilla FC

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SEGUIR CRECIENDO COMO EQUIPO ANTE UN ROCOSO RIVAL MÁS PELIGROSO A DOMICILIO

23/01/2018

La vuelta copera de cuartos de final ante el Atlético de Simeone se convierte de nuevo en un ilusionante desafío para los nervionenses que, tras el 1-2 del Wanda Metropolitano, acarician las semifinales de la Copa del Rey, una ronda que el Sevilla FC disputó siete veces en el siglo XXI

El Sevilla FC ha vuelto. Tiene de nuevo unas semifinales coperas al alcance de la mano. Aunque sólo eso. Está bien colocado para poder acceder a ellas, pero -usando un dicho popular- no se puede vender la piel del oso antes de cazarlo. Y menos ante el Atlético de Simeone, ejemplo de libro de un conjunto rocoso, que no tira la toalla fácilmente y está perfectamente capacitado para voltear la eliminatoria y dejar a los de Vicenzo Montella en la estacada. Sin embargo, los nervionenses son otros precisamente desde la cita de ida en el Wanda. Y van a pelear a destajo este martes para no desandar ahora el camino transitado hacia la mejoría. Cuando todo era mohína y muy poca harina, y pocos creían en el resurgir sevillista, apuntábamos en la previa de Vitoria dos palabras mágicas: orden y progreso. Un equipo ordenado para optimizar sus prestaciones y, a partir de ahí, ir creciendo en confianza, juego, seguridad y pegada.

Premisas: no especular con el 1-2, ser tan competitivos como el rival y seguir la línea de progreso del equipo

Este duelo en la cumbre copera Sevilla CF-Atlético de Madrid, tras el 1-2 de la ida hace seis días, hay que jugarlo con la misma concentración -o más, si es preciso- que el primer choque y olvidarse precisamente de dicho tanteo a favor; algo así como empezar de cero, sin especular con la ventaja y añadiendo todo el carácter que opondrán los colchoneros, experto en estas lides. Son premisas fundamentales para disputar los 95 minutos: ser tan competitivos como el rival y seguir la línea de crecimiento al alza del equipo.

Las estadísticas están ahí sólo para recordarlas y comprobar que el Sevilla FC tiene ya un peso específico en la competición del KO desde que se transita por el siglo XXI. Dejando a un lado en este caso las semifinales europeas, los de Nervión suman ya en la presente centuria un total de siete semifinales. Junto a las dos semifinales que llevaron a los dos títulos copero del siglo (2007 y 2010, respectivamente frente al Getafe y Atlético de Madrid), los sevillistas atesoran cinco más en las que fueron eliminados en cuatro por el Madrid (2004 y 2011), el Athletic Club (2009) y el Atlético de Madrid (2013) y, en la última disputada, se clasificó para la final ante el RC Celta (2016).

La comunión equipo-afición se antoja vital para superar contingencias adversas; la magia de Nervión también juega

La opción de volver a unas semifinales pasa también por esa comunión equipo-afición que tantos partidos han levantado en la historia del Sevilla FC. Si ese plus que ha hecho ganar partidos al rival en el Calderón aún no parece instalado en el Wanda, los sevillistas si cuentan con la joya de la corona: la magia de Nervión, algo que se antoja vital para este tipo de encuentros; más aún si la contingencia del juego se muestra adversa y hay que remar a contracorriente y tirar de casta y coraje; una épica que es de esperar no haya que recurrir a ella.

Los 13 goles coperos del Sevilla tienen la firma de Correa (4) y Ben Yedder (3), mientras Ganso, Sarabia, Navas, Muriel y Nolito suman uno cada uno. Los 12 tantos del rival están repartidos: Torres lleva 3 y Diego Costa 2; este último causará baja; el resto (7) se los reparten otros siete jugadores. La Copa son goles, pero este martes requiere control y seguridad atrás. Va en este reto seguir escribiendo la mejor historia nervionense. Pero para ello hay que pelear a tope ante un rival que es más peligroso sin duda fuera de casa. Es la enésima prueba en Nervión para volver a soñar.