No comenzó siendo un partido cómodo y la incomodidad se reflejó en el regusto final. Después de remar lo indecible ante un aguerrido Getafe, un tanto de Muriel parecía darle la cuarta victoria consecutiva al Sevilla FC. Sin embargo, una polémica acción en el tiempo de alargue iba a darle al equipo madrileño un punto sobre la hora, motivando un reparto de puntos tan injusto como insuficiente para los de Montella. Un mal trago que tocará dejar atrás por obligación y pensando ya en la Copa del Rey.
Desde el inicio del partido ya se vio que el guión tendría que ser diferente al de las últimas victorias ante el Atlético o el Espanyol. A diferencia de esos equipos, el Getafe no estaba dispuesto a arriesgar y tendría que ser el Sevilla el que debiera mojarse para sacar los tres puntos. Los azulones permanecían pertrechados en campo propio a la espera de cualquier error, momento en el que activaban la velocidad de Amath, Ángel o el japonés Gaku para intentar sorprender al contragolpe. Y bien es cierto que en alguna ocasión lograron su propósito, pero sin que por ello los de Montella dejasen de llevar la batuta y una mayor peligrosidad a la meta rival que la de su contrincante. Eso sí, hubo que quemar prácticamente la mitad del primer tiempo para que se comenzaran a suceder las ocasiones.
Le costó entrar en el partido al Sevilla, pero poco a poco se hizo con el dominio
En el minuto 24 fue Amath el que la tuvo finalizando un contraataque, pero el sutil toque de su marcador evitó que el balón se colase por el segundo palo. Antunes probó seguidamente con un lejano centro chut, pero la respuesta nervionense no se iba a hacer esperar. Fue Ben Yedder, gran novedad en el once, el que cabeceó en plancha un centro desde la derecha de Jesús Navas. Por desgracia, el balón salió a centímetros del palo izquierdo de la meta de Guaita. A la media hora de juego se pidió de forma vehemente un penalti por manos, tras un nuevo centro del palaciego en este caso rematado por Sarabia. No lo vio así Alberola Rojas, en una primera parte que acabó con el Sevilla intentando empujar mientras los madrileños se resistían buscando ya más fuerzas tras el descanso.