Roque Mesa ofrecía este mismo martes sus primeras impresiones como nuevo jugador sevillista. En primer lugar, quiso referirse a las negociaciones que ya se mantuvieron en el verano de 2016 y que tuvieron al jugador muy cerca de Nervión, aunque finalmente no se pudo concretar: "Ha sido una siesta bastante larga... Estoy muy contento por esta nueva oportunidad y este nuevo reto deportivo. Estoy feliz porque era una espina que tenía clavada y por fin se ha podido cumplir".
Sobre su etapa en el Swansea, reconoce que no haber jugado mucho no significa que no haya crecido como jugador: "No he tenido la continuidad que necesitaba, pero la experiencia allí me ha permitido entender otra idea de fútbol. He mejorado en muchos sentidos pese a todo y espero poder aportar esos conocimientos, más lo que todos conocen de mí, para ayudar al equipo".
Su llegada es como cedido con opción de compra, pero prefiere no mirar más allá: "Espero terminar bien el año, intentar conseguir los objetivos que se ha marcado y el club y en el futuro ya se verá lo que pasa". Además, reconoce que la forma en la que se vive el fútbol en este club es algo que le llama especialmente la atención: "Sevilla es especial en ese sentido. Lo que más me atrae es el estadio con la afición, vivir desde dentro cómo se vive un partido aquí".