Llegaba el Sevilla Atlético a Vallecas para medirse al Rayo con la necesidad imperiosa de sumar de tres tras acumular cuatro derrotas consecutivas en la competición, pero con la moral y la ilusión alta por las buenas sensaciones prestadas en anteriores semanas pese a no encontrar puntos.
Como acostumbra el equipo de Tevenet, salió el filial en la primera mitad con intención de mandar sobre el rival, de controlar el centro del campo y tratando de meter poco a poco al Rayo Vallecano en su campo, que prácticamente durante los primeros 45 minutos no dispuso de ninguna ocasión clara de gol. Sí la tuvo el Sevilla Atlético; en las botas de Curro, que tras un maravilloso pase filtrado de Aburjania mandaba en balón al palo a pocos minutos del descanso.