Los Sevilla FC-FC Barcelona son siempre una experiencia futbolística única que en esta nueva oportunidad será ensayo de lujo para los compromisos que se encadenarán en abril, mes que se inicia en pocas horas. Pero además es un duelo para plantar cara a un equipo invicto en LaLiga y, a su vez, reverdecer jornadas victoriosas ante el conjunto culé. Un dato histórico indica que, de 73 duelos ligueros en terreno hispalense, el Barça ganó 23 y empató 20, venciendo los nervionenses en 30 de ellos. Es decir, los sevillistas no arrojaron la toalla en 50 visitas azulgranas.
Es cierto que, en la última década, de diez encuentros en Nervión, los locales sólo vencieron en dos (ambos por 2-1) y lograron tablas en tres más, perdiendo los cinco restantes. Pero cada nueva cita tiene su afán. El apasionante reto de este Sábado Santo desprende argumentos para ilusionarse, pese a los abrumadores números del equipo que dirige Valverde. El Sevilla está convencido de la victoria. Y piensa sólo en este reinicio de lujo.
Recuperar el fortín nervionense, otro acicate tras la doble jornada de selecciones que obliga a aterrizar en LaLiga
Con el desafío añadido que supone recuperar el fortín nervionense, esta cita es la mejor piedra de toque para medir las opciones en los importantes partidos venideros. Tras la doble jornada de selecciones, en la que ambos rivales han aportado jugadores a sus respectivos combinados nacionales, también es relevante observar cómo es la reentré en la competición doméstica en la que hay que volver al chip liguero y centrarse en un duelo en el que se necesita sumar puntos. La diferencia en la clasificación entre Barça y Sevilla es en la actualidad de 30 puntos. El potencial culé es evidente, pero los sevillistas se han descolgado demasiado y la puntuación -a estas alturas- es menor de la esperada. Toca en este tramo decisivo de la Liga apretar los dientes de cara a lograr la plaza europea en juego.