No dejó de creer nunca, pero a veces la realidad es demasiado fuerte como para cambiar el destino. El Sevilla FC dijo adiós este miércoles a la Liga de Campeones tras su mejor actuación histórica en el torneo y plantando cara a todo un Bayern de Múnich en el Allianz Arena. En un duelo en el que los de Heynckes quisieron llevar el peso sin pisar al máximo el acelador, la ausencia de ese gol que habría metido al Sevilla en la eliminatoria permitió a los alemanes acabar contemporizando. Con Muriel y sobre todo Sandro, el Sevilla ganó en presencia ofensiva al final y Correa la tuvo de cabeza, pero no pudo ser.
Se hablaba mucho en la previa de los famosos minutos iniciales del Bayern. Y lo cierto es que el mano a mano de Lewandowski que le costó la amarilla a Mercado en el primer minuto daba crédito a dicha teoría. Sin embargo, poco a poco dicha intensidad se vio viendo relajada y el Sevilla pudo alternar minutos de toque con otros de sólido repliegue en el inicio el partido. El Bayern lo intentaba desde lejos sin mucho acierto, mientras que las llegadas a los dominios de Ulreich fueron demasiado espaciadas. Una de las más claras la tuvo Correa a centro de Navas, pero el argentino sólo pudo rematar muy forzado con la rodilla. Todo ello en una fase inicial en la que el colegiado no vio una clara mano de Boateng dentro del área con el brazo separado del cuerpo.
El Bayern apretó conforme se aproximaba el descanso, pero ambos parecían dejarlo todo para la segunda parte
Mediada la primera parte se vivieron unos minutos de transición en el que el Bayern parecía tener la situación bajo control aunque sin demasiada mordiente. Sí que apretaron los bávaros conforme se iba acercando el descanso, obligando a fajarse a Navas ante un activo Ribery, que tuvo la más clara con un potente disparo que sacó bien David Soria. Justo antes, Hummels probó desde el pico del área con un disparo que salió rozando la escuadra. Es cierto que el Bayern puso una marcha más para anotar un gol psicológico, pero el Sevilla también tuvo la suya justo cuando se cumplía el 45. Fue con un error de Javi Martínez y un robo de Franco Vázquez para que Ben Yedder asistiera a Sarabia, pero el madrileño, encimado por Rafinha, no pudo rematar con comodidad.