Si algo tiene claro Joaquín Caparrós desde que este domingo tomara las riendas del primer equipo, es que lo más importante ahora es recuperar el buen ánimo de una plantilla lastrada por los malos resultados de las últimas semanas. Sin demasiado tiempo para ir trasladando los nuevos conceptos tácticos, el técnico utrerano busca que la recuperación mental se comience a trasladar a las piernas de sus futbolistas desde el partido del próximo viernes ante la Real Sociedad.
De esta forma, se pudo ver al entrenador con su habitual intensidad, pidiendo a sus jugadores dejar todo en cada ejercicio. Además, el equipo realizó algunos juegos con balón que motivaron las risas y los aplausos de los jugadores en cada punto. Una sesión en la que participaron todos los disponibles incluido Steven Nzonzi, que tenía permiso para desplazarse este domingo a Londres por motivos personales, lo que le impidió participar en el entrenamiento de ayer al producirse el cambio de planes tras el relevo en el banquillo.
El equipo volverá al trabajo este martes festivo en la ciudad deportiva a puerta cerrada a partir de las 11.00 horas.