Joaquín Caparrós dio hace 24 horas sus primeras impresiones como nuevo técnico sevillista en su presentación. Hoy, después de dos entrenamientos, el utrerano comienza a tener elementos de juicio: "Estoy muy contento y no es por decir palabras hechas ni ser políticamente correcto. Veo un grupo con una predisposición grande y que es consciente de que hay que romper la dinámica y de lo que nos estamos jugando. Yo sabía de la calidad y del talento de estos jugadores y a ver si todo sale como deseamos".
Más allá de sus métodos, sabe que la clave está en la plantilla: "Al final la calidad del entrenamiento la hacen los jugadores. Tú puedes preparar todo muy bien, pero ellos son los que lo marcan. Estos dos entrenamientos han sido muy buenos". Además, reconfirmó que el trabajo táctico-técnico de la temporada está casi finalizado: "No vamos a cambiar demasiado. Algún matiz, pero nada más. Lo que tenemos es que ir paso a paso y no pensar más allá del viernes. Tenemos los cinco sentidos puestos en este primer partido".
Por último, tras su toma de contacto con los jugadores y el cuerpo médico, confirmó que el problema es más anímico que físico: "Ahora tengo un análisis con datos. El servicio médico me dice que todos los jugadores están bien, no están cansados como se puede percibir desde fuera. Es un tema anímico y ahí ya tenemos algo muy importante ganado. Quería tener esa información y vamos a intentar reforzar el aspecto mental, para lo que es fundamental romper la dinámica negativa de resultados".