El Sevilla FC debutó en la noche de este jueves oficialmente en lo que a la temporada 2018/2019 se refiere, aprovechando para dejar virtualmente sentenciada la eliminatoria Q2 de la UEFA Europa League ante el Újpest FC húngaro. Los visitantes mostraron esa buena colocación y algo de la velocidad al contragolpe que se les presuponía, pero se vieron demasiado superados por un Sevilla que jugó casi todo el partido en campo contrario. El próximo jueves a las 21.00 horas tocará disputar la vuelta en Budapest, un partido que por suerte será más de trámite que de otra cosa, para poder pensar ya en una Q3 en la que esperan o el Zalgiris lituano o el Vaduz de Lietchenstein. En un Sánchez-Pizjuán que rozó los 30.000 espectadores, la primera prueba, más allá de la identidad del rival, parece satisfactoria también en cuanto a la aplicación del característico sistema de Pablo Machín.
Ya desde el inicio se pudo ver hasta qué punto sería dominador el equipo nervionense, que no tardó en irse arriba y no dudó en presionar muy cerca de la portería de Pajovic. Ya los cuatro minutos la tuvo Nolito, que no la dejó caer en un córner botado por Roque Mesa y disparó levemente por encima de la portería húngara. Sólo tres minutos más tarde, nueva aparición de Roque, que asistió a Jesús Navas para que el palaciego mostrase su calidad. Pese a ser sus primeros minutos contando incluso los amistosos, desbordó y la cruzó para hacer el primero de la noche con muchísima clase. El Újpest lo intentaba, pero más allá de algún mal bote del debutante Vaclik, que mostró su juego de pies, apenas si tuvo opciones de estrenar su casillero en el marcador.
Un gran pase de Roque Mesa y la clase de Jesús Navas permitieron el primer tanto de la noche en una gran acción del palaciego
El Sevilla dominaba con claridad hasta plantarse en el área magiar y así pudo llegar el segundo con una carambola que sacó la zaga visitante bajo los palos. También, ya con más espacios, la tuvo Sarabia mano a mano con Pajovic, pero el madrileño optó por un tiro colocado aunque sin la suficiente potencia como para sorprender al meta. Por suerte, sólo tres minutos más tarde iba a llegar el segundo en una acción en la que Pauljevic derribó al propio Sarabia dentro del área, cometiendo penalti y siendo expulsado con roja directa. Ben Yedder tomó la responsabilidad y no falló para comenzar a encarrilar la victoria de su equipo. Además, antes del descanso iba a dar tiempo para un tercer gol, tras una acción en la que Navas y Sarabia se quedaron solos ante Pajovic y el palaciego le dio el pase de la muerte a su compañero para hacer el 3-0 a placer.