El intensísimo calor dejaba claro las alturas de la temporada en la que se encuentran ambos equipos, pero la intensidad de un partido entre dos aspirantes a todo hace que nadie espere. Sevilla y Villarreal se batieron en un disputado encuentro en el que el Sevilla comenzó dominando pero no tuvo demasiados acercamientos ante la meta de Asenjo. Las más claras fueron un disparo de André Silva desde la frontal y sobre todo un disparo de Ben Yedder al poste en el tiempo de alargue que pudo haberlo cambiado todo. Para entonces ya no estaba sobre el césped Sergio Escudero, que protagonizó la imagen más impactante de la noche al tener que abandonar el césped con una seria lesión en el codo izquierdo. Con cuatro puntos de seis y tras la importante cita europea del jueves, lo próximo que toca es nada menos que El Gran Derbi.
Que Mario Gaspar estuviera ya amonestado a los cuatro minutos por intentar frenar una galopada de Navas fue un claro ejemplo de lo que sería la primera parte. Con las altas temperaturas presentes en todo momento, el Villarreal optó por un fútbol más estático que sólo se revolucionaba cuando el balón llegaba a los atacantes amarillos. Por su parte, el Sevilla arriesgaba más y los cambios de ritmo por la banda derecha eran su mejor arma. Pronto avisó Roque Mesa, con un potente disparo que logró despejar Asenjo, pero lo cierto es que la primera parte no fue un carrusel de ocasiones sevillistas. Pese a ello, pasado el cuarto de hora, la tuvo muy clara André Silva, que tras deshacerse de Pedraza con un vistoso giro de cadera, ajustó tanto su disparo al primer palo que no logró encontrar portería.
André Silva levantó al público muy pronto, con un giro de cadera y un disparo que salió cerca del palo derecho de Asenjo
A partir de ahí el Sevilla dominó, presionó con un asixiante Roque Mesa y distribuyó bien el juego tanto con los laterales como con Banega. Sin embargo, no le fue sencillo ponerse de gol ante la meta castellonense. Sin ir más lejos, quien más cerca estuvo de estrenar el marcador fue el equipo de Javier Calleja, sobre todo en la figura de su atacante de referencia, Toko Ekambi. El camerunés probó a Vaclík desde lejos, como poco antes lo había hecho Fornals. Pero cuando más exigió al checo fue en una acción por la derecha en la que le ganó la partida a Sergi Gómez y disparó con poco ángulo. El meta, muy sereno, no se venció y salvó la acometida con suficiencia. Un par de acciones que hicieron despertar al Villarreal en una primera parte de dominio sin mordiente en el Sevilla.