José Castro recorrió el pasado, presente y futuro del Ramón Sánchez-Pizjuán durante su discurso en el acto de los 60 años desde su inauguración:
El Ramón Sánchez-Pizjuán cumple hoy seis décadas. Y en la entidad celebramos esta importantísima efeméride inaugurando el nuevo museo del Sevilla FC. Nuestro estadio, como todos saben, es la consecuencia del empeño y la ambición de nuestro presidente eterno, Don Ramón Sánchez-Pizjuán.
Lo mejor de la historia de este estadio es que los protagonistas, los verdaderos artífices, fueron los propios sevillistas. Muchísimos sevillistas suscribieron obligaciones para construir ese nuevo campo de forma absolutamente desinteresada. Y también muchísimos otros hicieron lo propio cuando en la década de los setenta se cerró todo el graderío. Así somos los sevillistas, exigentes, sí, pero fieles y generosos cuando hay que dar la cara por nuestro club. Cuando digo que a los sevillistas nadie nos ha regalado nada lo digo por cosas como éstas. Los sevillistas costeamos una parte de nuestra casa, los sevillistas siempre hemos estado ahí cuando nuestro club nos ha necesitado.
"Cuando digo que a los sevillistas nadie nos ha regalado nada, es por cosas como ésta"
Hoy, en definitiva, el sueño de Don Ramón cumple 60 años, pero también el sacrificio y la solidaridad del sevillismo. Recuerdo cuando venía desde Utrera en moto con mi tío Antonio para ver al Sevilla en Gol Norte apenas siendo un niño. Aquí he vivido muchos de los mejores momentos de mi infancia, idolatrando al gran Baby Acosta. Y aquí he venido religiosamente durante cada fin de semana durante las últimas cinco décadas para sufrir y, sobre todo en este nuevo siglo, para disfrutar. Pero además aquí me he sentido orgulloso viendo como ganaba el Brasil de Zico a la Unión Soviética, como Francia y Alemania disputaban la que dicen ha sido la mejor semifinal de la historia de los mundiales o como Duckadam hacía la machada y coronaba al Steaua de Bucarest campeón de Europa.