Fue el 5 de mayo de 2016. Han pasado dos años y cuatro meses y medio desde la última vez que el Ramón Sánchez-Pizjuán se vistió de UEFA Europa League. Después aún quedaba tocar la plata del quinto entorchado en Basilea, pero ha llovido mucho desde la última vez que Nervión se puso el traje de su competición fetiche. Por suerte no se puede hablar de añoranza, porque en todo este tiempo, las vistas desde lo más alto han sido incluso mejores, pero al sevillista siempre se le iluminan los ojos de una manera especial cuando se le refiere esta competición. Ya ha habido oportunidad durante 270 minutos de recordar todo aquello durante el presente verano, pero la normativa del torneo impedía hasta ahora que la UEL pudiera brillar con toda su intensidad en las gradas.
Para retomar aquel glorioso camino, el primer paso trae a Sevilla al Standard de Lieja, histórico conjunto belga que es curiosamente el único de aquel país que se ha medido a los nervionenses en partido oficial. El azar ha querido que sea la tercera vez en la última década en la que el Standard es incluido en el mismo grupo de la competición que los sevillistas, con un balance bastante igualado. Eso sí, hay que reseñar que la única victoria belga llegó en su feudo en 2008 y por la mínima, cuando los grupos eran de cinco equipos y no había ida y vuelta. Ya en la 14/15, la del título en Varsovia, en Lieja no hubo goles y en la vuelta en casa se ganó por 3-1, con tantos de Gameiro, Reyes y Bacca.
La única vez que el Standard, en 2014, visitó Nervión cayó por 3-1 con goles de Gameiro, Reyes y Bacca
Volviendo al presente, le toca a los de Pablo Machín aprovechar su retorno con todo el lustre a la competición que les ha hecho más grandes y la que han sabido manejar con suficiencia en este prematuro inicio de campeonato, por mucho que las rondas previas hayan supuesto un escollo insalvable para otros conjuntos a los que se les suponía, como mínimo, la misma autoridad que al Sevilla. Con las importantes bajas ya consabidas y que afectarán al equipo a medio plazo, el técnico soriano debe ir repartiendo minutos y a la vez consolidando su esquema, sin olvidar que el domingo tocará visitar al Levante y que el miércoles llegará a Nervión nada menos que el Real Madrid.