Había presión por ganar y poder aprovechar las opciones clasificatorias, pero este Sevilla no pareció acusarla y sacó adelante un partido que se pudo complicar con el empuje vigués y que al final no permitió relajación debido al tanto de Boufal, que apretó las tuercas con diez a un equipo que pudo haber sentenciado mucho antes. Sin embargo, fueron los tantos de Sarabia y Ben Yedder -con toda la expectación que permite el VAR- los que acabaron decantando el triunfo sevillista para adelantar al Real Madrid y el Barcelona y pasar el parón en lo más alto de la tabla.
No tardó en mostrar el equipo de Machín sus habituales bríos iniciales en casa, pero los espacios que se vieron por ejemplo ante el Real Madrid no eran permitidos a la contra por el equipo de Antonio Mohamed. Un rechace en Hugo Mallo pudo complicarle la vida a Sergio Álvarez nada más comenzar, pero lo cierto es que las ocasiones más peligrosas en el inicio del choque fueron para los vigueses. Antes del cuarto de hora lo tuvo muy cerca Pione Sisto, pero su remate con todo a favor dentro del área lo sacó con muchísimos reflejos Vaclík. Sarabia no tardó en contestar con un disparo lejano, pero fue Cabral, en una acción a balón parado, el que volvió a inquietar para un Celta que se mostraba firme atrás y peligroso con sus hombres de vanguardia.
El Celta salió con garra, pero el espectacular cabezazo de Sarabia permitió llegar por delante al descanso
Mientras tanto, el plan de Machín seguía su curso, pero en los últimos metros el Sevilla seguía pecando de precipitación y el Celta parecía cómodo defendiendo sus dominios. Franco Vázquez era de los pocos que conseguía avanzar metros de forma individual y una acción suya, a sólo seis minutos para el descanso, permitió lo que parecía imposible, abrir la lata viguesa. Una internada suya permitió un balón a la banda para Ben Yedder, que centró demasiado fuerte en busca de un rematador. Sin embargo Jesús Navas cazó a tiempo el rechace en el banderín de córner y puso otro centro, ahora desde la derecha, para un Sarabia que llegaba desde atrás. El balón llegó milimétricamente a la cabeza del madrileño, que la puso imposible para Sergio y abrió el marcador de forma magistral. El Sevilla lograba lo más difícil y se llevaba la ventaja al descanso, aunque los visitantes apretaron hasta el 45.