José Castro fue el encargado de cerrar el acto de entrega del XI Dorsal de Leyenda a Pablo Blanco. En su discurso, el máximo mandatario realizó un sincero recorrido por la figura del jugador, el miembro de la secretaría técnica y la persona: "Hoy es un gran día para los sevillistas, porque hoy volvemos a entregar un Dorsal de Leyenda, la máxima distinción que puede recibir un ex jugador de nuestro club. Hoy volvemos a rendir tributo a nuestra historia, a dar un lugar de relevancia a uno de nuestros héroes del pasado. Aunque este héroe es muy especial, porque no ha perdido vigencia y todavía hoy, 34 años después de que colgara las botas, sigue estando de moda. Difícilmente aquel niño, sevillista por los cuatro costados, podía pensar que iba a escribir una historia llena de éxitos que todavía hoy no conoce su final.
En octubre del 1968 se incorporó como juvenil a la disciplina del Sevilla FC y medio siglo después es santo y seña del sevillismo. Hoy, Pablo, aquí está tu club, distinguiendo tu trayectoria futbolística, tus trece años defendiendo nuestra camiseta, la única que te enfundaste. Hombre de un solo club, de principio a fin. Aquí estamos contigo, Pablo, que es lo mismo que decir, Aquí estamos contigo, Sevilla. Porque Pablo Blanco es el Sevilla FC. Blanco tenía que ser. Blanco Blanco, para más inri. Pablo Blanco ha sido durante más de 30 años el jugador con más partidos de nuestra historia. Sus 415 encuentros sólo han sido superados por Jesús Navas, aquel chiquillo que reclutó él mismo cuando nuestro Duende de Los Palacios era un duendecillo que regateaba a los charcos sobre el albero de su pueblo.
"Aquí estamos contigo, Pablo, que es lo mismo que decir aquí estamos contigo, Sevilla"
Porque Pablo, además de un jugador de Leyenda, dirige con indudable acierto nuestros escalafones inferiores, vivero de internacionales y de campeones del mundo. Hablar de Pablo Blanco es hablar de garra y bravura. Pablo Blanco es la casta y el coraje de nuestro himno oficial. Pablo Blanco es el nunca se rinde de nuestro himno del Arrebato. Pablo es también aquel niño que se hizo hombre bajo los gritos de Merkel y al que le tocó lidiar en sus inicios con tiempos difíciles en Segunda. Pablo Blanco es aquel que vio caer a su compañero Pedro Berruezo en Pasarón y que ha contribuido junto a Eloy Matute y a otros muchos a que la figura de Pedro sea hoy inmortal en el Gol Sur del Sánchez-Pizjuán. Pablo Blanco también es aquel que a los 26 años heredó la capitanía del primer equipo de manos de Enrique Lora. De Dorsal de Leyenda a Dorsal de Leyenda.