Sevilla se viste de Europa League por primera vez en este 2019 para acoger un partido de altura, por mucho que actualmente queden en competición aún 32 conjuntos. Ya sólo con el máximo exponente del palmarés de la UEL el partido cobra relevancia, a lo que hay que sumar la visita de uno de los grandes del fútbol italiano y que sabe lo que es alcanzar los cuartos de final en la pasada edición del campeonato. La Lazio es el cuarto equipo transalpino que visita el Ramón Sánchez-Pizjuán en partido oficial tras el Parma, la Fiorentina y la Juventus -esta última por partida doble-. Sólo los turineses saben lo que es llevarse un triunfo de Nervión y fue en la Liga de Campeones, en la 16/17. Pero las estadísticas sólo son fríos números y el Sevilla FC, que sólo había ganado una vez en Italia, puede decir ahora que sus dos últimas visitas a ese país acabaron con triunfo.
Por este motivo, el haber doblegado al equipo romano hace menos de una semana no es ninguna garantía de clasificación por mucho que allane el camino de los de Pablo Machín. Si algo puede certificar la presencia en los octavos de final es agarrarse a la versión local de este Sevilla europeo, pues se acumulan ya seis victorias continentales en casa esta temporada en otros tantos partidos. En ellos sólo se ha encajado un gol y lo hizo un Standard de Lieja que acabaría llevándose cinco de vuelta a Bélgica. Un tanto que, si no mediase la tanda de penaltis, sería insuficiente por sí mismo para la Lazio de cara a darle la vuelta a la eliminatoria. Los de Simone Inzaghi aterrizaron esta tarde en Sevilla con ausencias de peso, ya que se pierden la cita Luis Alberto, Lukaku, Bastos, Luiz Felipe y Wallace. Eso sí, recupera a piezas tan importantes como Milinkovic-Savic e Immobile -ausentes en la ida- mientras que Parolo parece haber dejado atrás sus molestias.
Milinkovic-Savic e Immobile se han recuperado a tiempo tras perderse la vuelta y está por ver si ambos son titulares
Tampoco podrá ir con todo el equipo sevillista, que pierde por sanción a Banega mientras que Wöber cumplirá su segundo y último encuentro de castigo. El austriaco es el único jugador que sale de la convocatoria con respecto a Villarreal para dar entrada al canterano Bryan Gil. Se mantienen en el dique seco Carriço, Nolito, Aleix Vidal, Gonalons y Gnagnon. Machín ya optó en la ida por un once muy titular, aunque la visita el sábado del FC Barcelona y una eliminatoria algo encauzada podrían motivar que el técnico diera descanso a alguna de sus piezas más habituales. En cualquier caso, a la que se espera sobre cualquier posible incidencia es a la afición sevillista, siempre fundamental en citas de este calado y que responderá pese a que el partido ha sido fijado a un horario poco compatible con el fútbol intersemanal, el de las 18.00 horas.
También habrá presencia de aficionados italianos en el Ramón Sánchez-Pizjuán, ya que se espera aproximadamente que un millar de hinchas laciales estén mañana en la grada de Gol Sur. Serán la mitad de los sevillistas que estuvieron hace una semana en Italia, en una fase de la temporada de lo más exigente para el equipo blanco y celeste. De hecho, en el horizonte más próximo aparecen tanto las semifinales de la Coppa Italia ante el AC Milan como el esperado derbi romano ante la AS Roma en el Olímpico. Con todo ello, los transalpinos intentarán romper la espectacular racha sevillista de 17 eliminatorias consecutivas pasando de ronda en la UEL. La última vez que se hincó la rodilla a doble partido fue en agosto de 2011 ante el Hannover 96, que evitó el pase a la fase de grupos del Sevilla FC de Marcelino García Toral.
De conseguir la clasificación, serían ya 18 eliminatorias de UEL superadas de forma consecutiva por el Sevilla FC
Habrá arbitraje de Premier League para este encuentro, ya que el colegiado designado es el inglés Anthony Taylor. Este trencilla de 40 años sólo se ha cruzado una vez en el camino sevillista y fue en la temporada 15/16, la de la última conquista del torneo. Curiosamente arbitró a los nervionenses en Basilea, pero en su primera visita para la ida de octavos de final ante el FC Basel, duelo que acabó con el 0-0 inicial para que la eliminatoria se resolviese por completo en Nervión (3-0).