Europa tampoco fue bálsamo en esta ocasión. El Sevilla FC deberá ir a ganar a Praga la próxima semana -si no media un empate a tres o más goles- si quiere estar en los cuartos de final de su competición. Tras un gol a los 24 segundos que lo ponía todo de cara, el Slavia aprovechó las dos únicas ocasiones que tuvo para sacar un resultado más que positivo para afrontar la vuelta en el Eden Arena. En la segunda parte los checos siguieron apostando por su físico y confiaron su suerte a la falta de acierto de los de Machín, que pese a las numerosas ocasiones no fueron capaces de volver a batir a Kolar. Tras no saber aprovechar el primer asalto, a los nervionenses les queda la baza de la capital centroeuropea, donde tocará volver a ganar diez años después de la última vez. Como añadido, Vaclík y Wöber se marcharon lesionados.
Poco se podía esperar un guión así atendiendo a cómo empezó el partido. No se había cumplido el primer medio minuto de juego cuando un robo de Banega permitía a Ben Yedder plantarse mano a mano con Kolar. Nada pudo hacer el cancerbero checo ante el delantero, que ponía el 1-0 nada más comenzar. Al cuarto de hora lo volvía a intentar el máximo goleador nervionense con un córner raso que tapó un defensa, y es que el Sevilla parecía volver a tomarse la Europa League como la medicina perfecta. Sin embargo, pasado el ecuador del primer tiempo iba a llegar el primer mazazo, con un tiro lejano de Stoch que rebota en Banega y se torna en imposible para Vaclík. Era el primer intento visitante y una vez más la penalización era absoluta. Por suerte, la reacción de los de Machín fue inmediata y Sarabia forzó un córner tras un gran pase de Banega.
Aunque reaccionó pronto con el 2-1 de Munir, un inverosímil gol de Kral devolvió el empate al marcador
El propio mediocentro argentino se encargó de botarlo y en el segundo palo apareció Munir para pegarle cruzada con el alma. Un defensa checo intentó sacarla bajo palos pero no pudo evitar un 2-1 que volvía a poner las cosas en su sitio. Incluso Rog, solo ante Kolar, tuvo en sus botas el tercero a diez para la conclusión, momento en el que todo se iba a poner en contra. Y es que tras un córner inverosímil, Wöber despejaba mal y el balón rebotaba en el hombro de Kral, que desorientado por la acción buscaba el balón sin saber que éste se dirigía a la escuadra derecha de Tomas Vaclík. 2-2 difícil de creer que para más inri conllevó la lesión del guardameta nervionense. Juan Soriano pasaba a ocupar la portería sin tiempo para más y a la espera de una segunda parte con muchas incógnitas.