Joaquín Caparrós, quien finalizó en Tanzania su etapa como entrenador del Sevilla FC y que continuara ligado a la entidad en el organigrama deportivo, ha sido galardonado en Cuenca por el Rotary Club como ‘Conquense del Año’, en atención a su trayectoria profesional y deportiva, a sus confirmadas cualidades humanas, así como a su patente vinculación y cariño a la ciudad manchega.
La distinción ha tenido lugar en el hotel Torremangana, sede del Rotary Club, durante un almuerzo en honor del utrerano: “Como bien sabéis, yo he trabajado cuatro años en Bilbao, donde viví maravillosas experiencias con el Athletic Club. Allí les encanta decir que los bilbaínos nacen donde quieren. Y yo es algo que entiendo perfectamente, porque siento exactamente eso cuando se habla de Cuenca. Tal vez nunca lo haya dicho nadie, no lo sé, pero hoy lo voy a decir yo: los conquenses nacemos donde queremos”, comentó Caparrós.
"Cuando puse mi primer pie en Cuenca en el 78 tuve claro que no iba a ser otra parada más en mi camino"
Bien es sabida la estrecha relación entre Cuenca y el utrerano, donde militó en los años 70 en la Unión Balompédica Conquense como jugador y en los 90 como entrenador. Su andadura como técnico comenzó en 1981 en el San José Obrero, continuando más adelante en otros equipos de la provincia como Campillo y Quintanar del Rey. Dicha relación dio también recientemente lugar al nombramiento del antiguo campo de La Beneficencia como estadio Joaquín Caparrós.
“Yo creo en el destino. Desde que supe que mi sangre era roja sabía que jugaría o entrenaría al equipo de mi vida. Y desde que puse mi primer pie en Cuenca en el verano del 78 tuve claro que ésta no iba ser otra parada más en mi camino. Su escudo rojo como mi sangre y como mi corazón no era ni podía ser una casualidad. La vida me reservaba en Cuenca mi otro lugar en el mundo”, expresaba el homenajeado.
Joaquín Caparrós releva en el galardón al anteriormente premiado Rafael Catalá, exministro de Justicia. “Ante esto, de conquense a conquense, solo puedo decir gracias”, finalizó Caparrós.
Fotografía: Hotel Torremangana de Cuenca
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