La imprevisibilidad del fútbol le dio al Sevilla donde más le duele este jueves en Eibar. Tras una primera mitad primorosa de los de Lopetegui y pese a los dos goles con los que se marcharon con ventaja al descanso, la segunda mitad comenzó mal y acabó infinitamente peor, con tres errores que motivaron la inexplicable remontada de la SD Eibar. Mazazo anímico para un equipo que llegó a verse con los tres puntos en el casillero y que recibirá este domingo a la Real Sociedad fuera de los puestos europeos.
El Sevilla de Lopetegui no especula en el arranque y volvió a demostrarlo en Ipurúa, donde una vez más a domicilio, salió mandón y con clara intención de ponerse por delante en el marcador. A los cinco minutos ya probó suerte con un centro de Ocampos y un remate de Munir que salió flojito a las manos de Dmitrovic. Sólo hizo falta una más para acertar. Bastó con un error en el control de Ramis y una recuperación de Jordán, que la puso al hueco para la carrera de Ocampos. Mano a mano con el meta, el argentino le pegó fuerte y abajo para estrenar el marcador en el minuto 11. El Sevilla era dominador mientras el Eibar seguía intentando encontrarse en un partido totalmente controlado. Con Munir a punto de hacer el segundo, el primer intento vasco fue al cuarto de hora, un remate desde fuera del área pero débil a las manos de Vaclík.
La primera parte sólo tuvo un dominador y fue el Sevilla
El partido daba la sensación de requerir otro zarpazo para dar más tranquilidad. Munir le pegó al larguero a centro de Navas y Mendilibar movió el banquillo y el sistema, dando entrada a Escalante por Inui tras apenas media hora. Y casi sin solución de continuidad, el requerido golpe en la mesa. Otra vez se inició en la izquierda, con un balón adelantado de Munir para Ocampos, que la puso con mucha intención al segundo palo. Imposible para Dmitrovic, Óliver Torres se lanzó con todo para marcar a puerta vacía y ponerle aún más justicia al marcador. El Sevilla era dueño y señor del partido y el Eibar apenas se acercó con un centro que acabó en el lateral de la red tras tocar en Escudero e irse a córner. Primera parte de mucho nivel de un equipo que casi acariciaba el triunfo con las manos.