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El Sevilla FC ha alcanzado el parón de octubre para compromisos internacionales con diez tantos conseguidos en la competición doméstica, algo más de un gol más por partido. En este prácticamente primer 20% de LaLiga celebrado, el conjunto hispalense logró establecer en la última jornada disputada en el Sánchez-Pizjuán frente a la Real Sociedad un dato más que interesante y que, observando la estadística, es algo poco asiduo en los goles que convierten los de Nervión.
Y es que, el tanto de Nolito que empataba el duelo, entró en el ránking como quinto tanto más elaborado del Sevilla FC en la última década. Por situar en contexto, la campaña 18/19 los blanquirrojos convertían 62 dianas en LaLiga, mientras que en la 17/18 eran 49, veinte por debajo de los 69 de la 16/17. Con el gol de Nolito, después de 17 pases previos, se igualaba al conseguido por Franco Vázquez ante el Levante el 26 de enero del 2019, ocho meses antes.
Un gol de Negredo al Madrid, después de 28 pases, el más elaborado de la presente década en el Sevilla FC
El dato entra aún más en categoría de interesante cuando, para alcanzar el tercer puesto, hay que dirigirse a la temporada 16/17, con un gol que convertiría Jovetic frente a Osasuna el 20 de mayo después de 25 toques del equipo. Gameiro, en la campaña 13/14, establece ante el Valladolid el segundo puesto, cuando el tanto que anotase el francés acumulase 26 pases antes de acabar en el fondo de las mallas pucelanas.
Así, de nueve temporadas atrás, en la 10/11, data el gol más elaborado del Sevilla FC en los últimos diez años, tanto realizado por Negredo frente al Real Madrid después de 28 toques del equipo. Curiosamente, las cinco dianas que se reflejan en esta estadística han ido avanzando en orden decreciente con respecto al número de pases, del primero de Negredo con 28 al quinto de Nolito, igualado con el cuarto del Mudo Vázquez con 17.
Además, es también reseñable que el quinteto de goles en cuestión han sido todos convertidos en el Ramón Sánchez-Pizjuán, algo lógico si se atiende a que los nervionenses, jugando como locales, asumen mucho más el control del esférico y del dominio del juego que lejos de su feudo.