El impecable camino del Sevilla FC, hasta ahora, en la UEFA Europa League, convierte en casi prescindibles las dos jornadas restantes de la fase de grupos. O al menos eso ocurriría con el común de los equipos que participan en el torneo. Sin embargo, ser el máximo referente en el palmarés de la UEL conlleva una serie de obligaciones. Entre ellas, la de tomarse cada partido con el máximo rigor y responsabilidad. Algo que ha dejado claro el propio Julen Lopetegui en la rueda de prensa previa al encuentro. Y es que los cinco trofeos que ostenta el club, la importancia de la competición y lo mucho que se juegan los otros tres integrantes del grupo A, precisan del máximo rigor por parte nervionense.
Pase lo que pase en las dos fechas que quedan por jugarse, el equipo blanquirrojo será el referente de los cuatro y por tanto jugará en casa la vuelta de los dieciseisavos de final. Eso sí, su actuación en este par de partidos definitivo puede influir y mucho en el devenir clasificatorio de sus rivales, ya que sólo uno de ellos tendrá el premio de seguir en la competición. De hecho, sólo hay una opción de que todo quede decidido de cara a la última jornada. Para ello, el Sevilla debería conseguir mañana la quinta victoria consecutiva en Europa y que el APOEL, que ha ido de menos a más en la competición, cumpla a domicilio ante el Dudelange. De esta forma, en la sexta y última jornada, chipriotas e hispalenses celebrarían la mutua clasificación con un duelo en Nicosia.
El Sevilla FC podría mantenerse, si gana, como el único de los equipos de la fase de grupos con pleno de victorias
Habrá rotaciones, en este caso con más razón si cabe, en una competición que ha hecho compatibles la superioridad sevillista y el descanso parcial de muchos de los jugadores que acumulan casi todos los minutos ligueros. Con ello, Europa se convierte además en una puerta abierta para que aquellos que están contando menos, puedan convencer a Julen Lopetegui de que están preparados para ser aún más protagonistas. Al menos eso es lo que requiere el propio técnico, que dejó entrever que para este partido podría recuperar el sistema de dos referencias ofensivas para dar su sitio a los atacantes que menos están participando en esta fase de la temporada.
Por su parte el Qarabag, que llegó en la noche del martes a Sevilla, necesita sacar algo de Nervión para meterse en la siguiente ronda, dentro de un grupo que se le ha ido complicando con el paso de las jornadas. Aunque empezó con una derrota en casa ante los sevillistas, los azeríes llegaron a verse segundos y ahora se han visto igualados por el APOEL, aunque el golaverage perdido ante los chipriotas supone un hándicap de mucho peso. Así, una derrota podría dejarles ya sin opciones en el último partido -en el que recibirán al Dudelange- si los de Luxemburgo no sacan botín alguno mañana. Una situación que, eso sí, constrasta con la de la Liga de Azerbaiyán, donde un año más, dominan con mano de hierro. Míchel Madera, Jaime Romero y Dani Quintana, los tres españoles del Qarabag, vivirán con ilusión su particular vuelta a casa, aunque con la exigencia de saberse inmersos en un posible 'doble o nada'.
Si el Qarabag cae en Nervión y el APOEL gana en Luxemburgo, los chipriotas serán matemáticamente segundos
El colegiado designado es el sueco Mohammed Al-Hakim, de 34 años e internacional desde los 29. Aunque desde la 15/16 viene acumulando experiencia en rondas previas de competiciones europeas y ya ha dirigido un par de duelos de selecciones absolutas en UEFA Nations League y la clasificación para la Euro 2020, no ha sido hasta la presente temporada cuando ha debutado en la fase de grupos de la Europa League. Fue en el Astana-Partizan de la segunda jornada, en octubre, con victoria por 1-2 para los serbios. Nunca antes ha dirigido a un club español.