Ahora vive en Kinshasa, la capital congoleña, donde parece que el Covid-19 aprieta menos que en Europa: "Estamos mal, pero un poco mejor que en Europa. Estoy pegado al teléfono y sigo lo que pasa por ahí porque tengo muchos amigos y familiares. Sé que las cosas están mal en España y siempre estoy con pensamientos de mandar fuerza a la gente. Aquí en África de momento está mejor y esperemos que siga así".
Ya entrando en materia deportiva, recordó su llegada al club: "Estoy muy orgulloso. Yo llegué a España y conocí al Sevilla en Segunda División. Recuerdo jugar contra el Sevilla con el Leganés y ya asustaba. Luego con el Valladolid sentí el calor del Sánchez-Pizjuán y de la afición. Después tuve la suerte de defender al club y pude disfrutar de la primera Europa League y soy un afortunado porque son momentos que no se van a olvidar aunque se gane 20 veces. Recuerdo aquel día volviendo de Holanda y no he vuelto a vivir sensaciones igual".
"No he vuelto a vivir sensaciones como la de aquella vuelta de Holanda"
La foto levantando en la que Javi Navarro levanta aquel trofeo le dice muchas cosas: "Era un momento muy importante. En el fútbol hay mucha presión y antes de que vinieran los delanteros que nombre que llegaron... yo era un fichaje muy importante para el Sevilla. Siempre he sentido mucho orgullo de que me ficharan lesionado del ligamento cruzado. Mi adaptación fue dificilísima y no pude ponerme al nivel del equipo. Esa foto levantando el trofeo refleja mucha felicidad porque había sufrido mucho y pasado muchas horas llorando por no poder jugar por culpa de la rodilla. No sé qué milagro ocurrió para poder llegar a aquella final".
Además, recuerda aquella semifinal ante el Schalke en la que pudo disputar los últimos minutos: "Recuerdo a Antonio Puerta, recuerdo ese gol magnífico que hizo... Hablar de este partido es hablar de ese gol y de aquella alegría. Puede jugar diez minutos y ahí se veía que ese Sevilla iba a ser el Sevilla de hoy. Un trabajo extraordinario del gran Monchi. No hay nada perfecto en este mundo pero el trabajo realizado desde entonces ha sido notable y ha dado sus frutos. Antes se podía dudar del Sevilla pero yo vivo ahora en África y la gente tiene mucho respeto al Sevilla porque es un gran equipo".
"Recordar aquella semifinal es recordar el gol de Puerta. Ahí se veía que ese Sevilla iba a ser el de hoy"
Echando la vista atrás, tiene claro que aquel problema de rodilla lo cambió todo: "Pienso que si no me lesiono habría llegado más lejos, porque lesionado pude llegar al Sevilla. Antes de lesionarme se habló mucho de mí después de una gran temporada 03/04. Podría haber sido el jugador que el Sevilla realmente esperaba. No tuve esa suerte, pero sin lesión podría haber marcado una historia importante en el Sevilla".
Además, asegura que aún recuerda aquella deuda que no pudo saldar: "Te puedo asegurar que me duele no poder devolver al Sevilla el cariño y el amor que me habían dado con goles y títulos. Cuando fui pichichi en Turquía y fiche por el Benfica seguía pensando en esa deuda con el Sevilla. En Sevilla viví momentos de mucha alegría. Nació mi hijo que le puse el nombre de José María del Nido... Eso queda para toda la vida porque guardo recuerdos importantes. Uno llevaba la vida como una broma pero allí me hice un hombre con la lesión, porque quería demostrar y no podía".
"Siendo pichichi en Turquía y tras fichar por el Benfica seguía pensando en mi deuda con el Sevilla"
Tras su paso por Nervión, cree que algo cambió en su planteamiento: "Mis ganas eran de demostrarle al Sevilla porqué me habían fichado. Ellos creían en mí y apostaron mucho. A día de hoy no veo equipos que fichen a un jugador con el ligamento cruzado roto. Después de esa etapa solo intentaba probarme a mí mismo que podía ser jugador. Iba perdiendo las ganas. Pude demostrar un poquito, me fichó el Benfica y pude ser internacional portugués".
Para concluir y en un momento de mucha emoción, quiso dejar un mensaje para la afición: "Les diría que les quiero mucho. No hay palabras. Los que me conocieron saben como soy, ya no soy un niño como entonces pero he podido ir a muchos equipos, he sido feliz con el fútbol, pero hablando como un sevillista de corazón solo puedo darle gracias a todos, decirles que no cambien y que la ciudad es muy grande, pero equipo solo hay uno, el nuestro.
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