Aquel Sevilla retomó la senda de los éxitos, pero con identidad propia: "Todos nos acordamos del Sevilla de los títulos anteriores a los nuestros. Se formó un equipo con grandísimos jugadores, pero no nos fijábamos en eso. Nuestro grupo tenía mucha personalidad y queríamos dejar nuestro sello sin imitar a nadie. Queríamos estar en la historia de un club tan grande y lo hicimos a base de tener un gran grupo humano, defendernos entre nosotros y con la calidad que había".
El central recordó además su llegada a Nervión: "Lo recuerdo con cariño, con nerviosismo y con risas. Me quedaban tres años de contrato en Rusia, acababa de renovar y llevábamos tres años allí. Yo me había sentido bien con Unai en el equipo y la familia estaba deseosa de poder marchar a algún lugar más cercano a nuestra cultura. La llamada de Monchi y Unai fue clave y la tomé con mucha alegría. Yo tenía un gran contrato en Rusia y tenía que hacer un esfuerzo muy grande a nivel económico para venir. No me lo pensé, pusimos el dinero en último lugar y tomamos la decisión de volver a España".
"Yo tenía un gran contrato en Rusia pero puse el dinero en último lugar y no me lo pensé"
Sin duda, de las mejores cosas que se lleva de esa etapa es la afición: "El cariño de la gente es impagable y te demuestra que vas por el camino correcto. El aficionado es exigente pero si ve que uno lo da todo, te lo reconoce. El cariño con el que me han tratado a mí cuando llegué, con la lesión del cruzado y los mensajes de la despedida, no puedo estar más orgulloso de todo lo que he hecho y el cariño que he tenido, que es recíproco porque el club y la afición han estado en los momentos más difíciles y yo he intentado hacer lo mismo".
No está siendo fácil estar alejado del balón y por eso mantiene la esperanza de volver a competir: "Ahora se siente difícil. Se siente un vacío. Es difícil de explicar y la comprensión de la familia lo hace más fácil, pero no poder entrenar no lo suplanta nada. Es difícil volver a encontrar algo que te llene como el fútbol. Todo empieza y todo termina, pero estoy en esa etapa en la que no encuentras algo que te llene tanto. Me centro en mis hijas y en mi familia, pero es complicado".
"Ahora se siente un vacío difícil de explicar, algo que no lo suplanta nada"
Y volviendo al fútbol actual, se le preguntó por la ausencia de público: "Es raro, pero es lo que nos toca. Es la nueva normalidad y los cuidados que hay que tener en esta situación tan complicada a todos los niveles. Para el aficionado es un poco triste, pero primero está la salud de las personas y después el fútbol". Algo que, según él, perjudicará al equipo: "Siempre la afición es muy importante cuando se juega en casa y más esta temporada que estaba costando un poco más. Estos partidos son los que te vuelven a enganchar, un derbi con tu gente cuando las cosas a nivel sobre todo de juego no estaban bien. Claramente el Sevilla pierde sin su afición, pero los jugadores están más que capacitados con una gran plantilla que intentará darle una alegría a su gente porque es especial".
Nico desea que el equipo pueda darle alegrías a su gente: "Ojalá se cumpla el objetivo de la Champions y que le puedan dar otra alegría ganando la Europa League. Conozco a muchos de los chicos y al entrenador, que a nivel humano y futbolístico me ha dejado impresionado. El trabajo de Monchi ha sido muy completo y sería coronar todo eso. Tras un periodo en el que mucha gente lo está pasando mal, que se pueda tener una alegría".
"Conozco a muchos de los chicos y al entrenador, que me dejó impresionado"
De su trato con Lopetegui se lleva muy buena impresión: "No hemos hablado mucho, nos cruzamos un par de veces cuando estuve entrenando en la ciudad deportiva, pero desde que llegué me trató con mucho respeto, algo que me costaba ver en los últimos años en el mundo del fútbol. Me abrió las puertas y me ha gustado mucho lo que me ha transmitido cuando hemos hablado. Se le ve muy encima de todo, muy profesional y que puede hacer cosas importantes".
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