Ayer mismo se sorteó la primera ronda de clasificación de la Europa League 20/21. Mientras, varios equipos de LaLiga ya han comenzado a preparar la nueva temporada. El ritmo habitual de la competición se ha retrasado aproximadamente un mes, pero mientras todo esto ocurre, un selecto grupo de clubes sigue en busca de la gloria europea en una 19/20 que parece no tener fin. Realmente la conclusión está muy cerca, pues el 21 de agosto en Colonia, los dos últimos supervivientes pelearán por el cetro de la segunda competición continental. Es ahí donde quiere estar el Sevilla FC, aunque todavía le quedarán dos escollos que superar.
El primero es esta noche, en Duisburgo y ante un Wolverhampton Wanderers que quizás no asuste tanto como la Roma sobre el papel, pero que pasa por ser uno de los clubes con más proyección del torneo más potente a nivel económico, la Premier League. Los lobos, que hace seis años vagaban por la tercera categoría del fútbol inglés, regresaron a la élite en la 17/18 y solo necesitaron un año para recuperar las mieles continentales. Lo hicieron gracias a un séptimo puesto que esta temporada, por las plazas que otorgan las dos copas inglesas, no ha tenido el mismo premio. El Wolverhampton, de la mano de Nuno Espírito Santo, ha otorgado al club naranja de una clara identidad y de un estatus en Inglaterra, aunque continuar con la proyección internacional pasa solo y exclusivamente por ganar la UEL.
Tras perder todas sus opciones por la vía liguera, el Wolves necesita ganar la UEL para volver a Europa
Y es que con la participación ya vetada para el año que viene, solo aspiran al puesto de Champions que se queda el ganador de la competición. Un premio que ya tiene el Sevilla FC pase lo que pase, pero que lógicamente no será óbice para que los de Lopetegui quieran más. No hay demasiados equipos a estas alturas que puedan decir a boca llena que solo se conforman con levantar el trofeo, y es que los cinco precedentes invitan y mucho a soñar. Con nada menos que el Manchester United ya esperando para el próximo domingo, los blanquirrojos necesitarán una puesta en escena parecida a la ofrecida ante la Roma para seguir adelante. Hay que recordar que la única baja conocida es la de Gudelj, que sigue en casa a la espera de pasar por completo el Covid-19.
Por su parte, los Wolves no podrán contar con el lesionado Jonny Otto, un fijo en el lateral izquierdo que cayó lesionado en los octavos ante el Olympiacos, ni con el centrocampista ofensivo Podence, que fue amonestado ante los griegos y no podrá ser de la partida. Como siempre, Lopetegui se ha encargado de enfriar una euforia que, en cualquier caso, no cala en el vestuario. El potencial económico y el definido sello del rival, hacen que su poco bagaje reciente en Europa -fueron finalistas del torneo en 1972- sean casi una anécdota. Duisburgo, que dio suerte al Sevilla el pasado jueves, vuelve a cruzarse en el camino, aunque con el imperioso deseo de que queden dos partidos más en Alemania, ambos en Colonia.
El partido se disputa este martes a las 21.00 horas en el MSV Arena de Duisburgo y contará con el arbitraje del colegiado italiano Daniele Orsato. A la misma hora también dará comienzo el choque entre el Shakhtar Donetsk y el Basilea, cuyo ganador se verá las caras con el Inter de Milán por el otro lado del cuadro.