Tenía una espina inevitable desde Budapest. Youssef En-Nesyri lo pasó mal tras la derrota en la Supercopa de Europa ante el Bayern de Múnich. Aquella galopada para encontrarse mano a mano con Neuer se reprodujo muchas veces en su cabeza en las horas posteriores a aquella final, por mucho que tanto el cuerpo técnico como sus compañeros cerrasen filas con su compañero. Había hecho ya dos goles esta temporada, uno para darle la victoria a su equipo en el descuento ante el Levante y el inicial del pasado sábado en San Mamés, que por desgracia acabó sin premio para los sevillistas tras un desafortunado cierre de partido.
Sin embargo, Youssef En-Nesyri necesitaba un partido como el de anoche. Con el escaparate de la Champions League, competición que el internacional marroquí había saboreado de forma circunstancial hasta anoche, sin saberlo se iba a convertir en su gran noche hasta ahora como nervionense. Y es que en Stamford Bridge pudo disputar los últimos diez minutos de juego y el pasado miércoles ante el Rennes salió para los últimos cinco. Tiempo insuficiente para dejar su sello, algo que sí pudo hacer ante el Krasnodar cuando, a media hora para el final y con 1-2 en el marcador, sustituyó a Joan Jordán.
Apenas nueve más tarde y en una acción de presión junto a De Jong, aprovechaba un exceso de confianza de Kaio para batir mano a mano al meta Safonov. Zurdazo para empatar y derechazo para darle la vuelta -otra vez en conexión con De Jong- solo tres minutos después, doce desde su salida al césped. Noche redonda para el delantero, que suma diez tantos como sevillista y el segundo doblete, tras el que permitió la remontada también por 3-2 ante Osasuna en el último partido disputado con público en el Sánchez-Pizjuán. En-Nesyri encadena por primera vez dos partidos consecutivos marcando y ya es el máximo goleador del equipo en la 20/21 con cuatro tantos. Supera a De Jong y Rakitic con tres. Cierra la cuenta, con su diana en Cádiz, Munir.