Dura derrota la sufrida este sábado por el Sevilla FC, en el primero de los dos asaltos de la semana ante el FC Barcelona. Los de Julen Lopetegui se quedaron sin anotar por primera vez desde la visita al Atlético de Madrid del pasado 12 de enero y lo cierto es que disfrutó de un bagaje ofensivo menor del que acostumbra. Además, se rompió la espectacular racha de imbatibilidad liguera merced a los tantos de Dembelé en la primera mitad y de Messi en la segunda, que permiten a los azulgranas distanciarse en la clasificación.
Ninguno de los dos quería precipitarse en el inicio y eso dio pie a un primer cuarto de partido de lo más plano, con dos equipos que se estudiaban al máximo y que no permitían apenas acercamientos al área rival. Ter Stegen, que acabó saltando al césped tras sufrir un golpe en la mano durante el calentamiento, apenas tuvo trabajo en una primera parte en la que el Barcelona insistió más, buscando sobre todo la velocidad de Dembelé. El primer disparo a puerta, de hecho, mediada la primera parte, fue del francés, que intentó pegarle con el interior junto al palo pero se encontró con los guantes de Bono. Dos minutos más tarde, en una falta lateral muy alejada, fue Messi el que intentó sorprender a Bono, que estuvo atento para atrapar la pelota.
Tras un arranque muy cerrado, Dembelé aprovechó una contra para estrenar el marcador
El Sevilla intentaba construir con paciencia evitando las pérdidas, pero justo al borde de la media hora de partido, iba a llegar el tanto inicial. Lenglet despeja, Messi la pone entre los centrales y corre Dembelé para ponerse mano a mano con Bono, cruzarla con la izquierda y batir al marroquí por primera vez en LaLiga desde hace seis jornadas. Golpe duro para un Sevilla al que le seguía costando acercarse a la meta rival y que vio además como, ya al borde del intermedio, lo intentaba Dest metiéndose al centro y pegándole fuerte pero por encima del larguero. Justo después llegaría la polémica con una amarilla a Messi por fuerte entrada sobre Fernando y un agarrón por detrás minutos más tarde del argentino sobre Koundé. Lejos de mandar al barcelonista al vestuario, Hernández Hernández optó por castigar con amarilla las protestas de Lopetegui.