Así son las dinámicas en este fútbol tan competitivo. Apenas siete días atrás todo era positivo y tres partidos después el Sevilla no se ha podido reencontrar con la victoria. Tras la dolorosísima eliminación copera en el Camp Nou, los de Lopetegui prolongaron el sabor amargo este sábado en el Martínez Valero de Elche con una derrota que se fraguó en la recta final del choque con dos goles prácticamente consecutivos. Boyé y Carrillo asestaron dos golpes demasiado duros a los sevillistas, que reaccionaron sobre la hora con un cabezazo de De Jong demasiado tarde.
La tarde desapacible en el Martínez Valero pareció contagiarse al terreno de juego, dando lugar a una primera parte de pocos espacios y testimoniales acercamientos a las áreas. Julen Lopetegui optó por un once radicalmente distinto al del miércoles, en el que solo permanecieron el meta Vaclík y el referente ofensivo, De Jong. El Elche de Fran Escribá optó por mantener el orden de sus líneas e intentar salir al contragolpe en los primeros compases, algo que no le dio resultados hasta una vez pasado el ecuador del primer acto. Fue con un centro desde la izquierda que remató de cabeza Guido Carrillo.
La primera parte apenas registró acercamientos a ninguna de las áreas
Aunque Vaclík estaba bien colocado, Rekik optó por enviar a córner y evitar males mayores. La respuesta sevillista fue rápida y supuso el único acercamiento visitante del primer tiempo. Falta lateral que bota Escudero de forma directa y que el propio Carrillo peina providencialmente de cabeza para evitar el 0-1. El Sevilla mantuvo la posesión e intentó buscar espacios, pero no consiguió desarbolar a un Elche que no tenía ninguna prisa y que a partir de ahí tuvo más intenciones que oportunidades. Apenas se le cuenta un disparo de Raúl Guti al borde del área tras el despeje de Sergi Gómez de un nuevo centro lateral. Faltaba intensidad y factor sorpresa y así se llegó al descanso.