BONO, SEGUNDO GUARDAMETA GOLEADOR EN JUGADA DE LA HISTORIA DE PRIMERA

Para los aficionados sevillistas como mínimo adolescentes no es algo tan increíble, pues ya les tocó vivir aquel agónico tanto de Andrés Palop en Donetsk con el que se forzaba la prórroga en la Copa de la UEFA 2006/07. Sin embargo, que un portero se convierta en goleador no es algo ni mucho menos común en nuestro fútbol. Tanto es así, que esta temporada pasará a la historia como la primera en la que dos cancerberos distintos lo consiguen. El de Bono anoche es el primero en LaLiga Santander de un portero sevillista y el número 19 de toda la competición que no es anotado por un jugador de campo. Lo que le da aún más mérito es que se trata del segundo que se produce dentro de una jugada. Hasta ahora solo cumplía esa condición el anotado por Daniel Aranzubia hace justo diez años en un Almería-Deportivo.

Una década más tarde le sucede Bono, curiosamente también a la salida de un córner pero en esta ocasión tras el toque de hasta cuatro compañeros más desde que se botó el lanzamiento desde la esquina. De los 17 tantos restantes, 14 fueron desde el punto de penalti, uno a rechace de un penalti y dos de falta directa. En cuanto a nombres, Yassine Bono se convierte en el octavo cancerbero anotador de la máxima categoría del fútbol nacional. El principal exponente de esta estadística es el argentino Nacho González, que hizo seis dianas con la UD Las Palmas. Le siguen Carlos Fenoy del RC Celta con cinco y el bético Toni Prats con dos. En el cuarto escalón aparece ya Bono acompañado del propio Aranzubia, Juan José Santamaría (Racing de Santander), Carlos Chilavert (Real Zaragoza), y Marko Dmitrovic (SD Eibar).

Se da la curiosísima circunstancia de que el 23 de abril de 2019, hace casi dos años, el Girona FC visitó el José Zorrilla con Bono como guardameta y el marroquí subió a rematar un córner en el tiempo de alargue, cuando su equipo perdía por 1-0 ante los vallisoletanos. Bono logró cabecear, pero su remate se marchó alto. El destino, que no suele ser demasiado condescendiente con los porteros en este tipo de labores, tenía guardada una segunda carta para el internacional africano, que se marchará junto a Munir y En-Nesyri a su país este lunes con otra muesca más en su revólver.