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Joan Jordán, en una acción de partido con el Sevilla FC
Primer Equipo

JOAN JORDÁN ALCANZA LOS 150 PARTIDOS EN PRIMERA, CON CASI LA MITAD DE ELLOS EN EL SEVILLA FC

11/05/2021
Entradilla
Acumula 67 en el conjunto blanquirrojo, a solo dos de las cifras que registró en la SD Eibar
Cuerpo Superior

Joan Jordán alcanzó el pasado domingo en Valdebebas una cifra redonda en sus estadísticas individuales, disputando ante el Real Madrid su encuentro número 150 en Primera división. Pese a que no los pudo celebrar con una victoria en el Alfredo Di Stéfano, el centrocampista catalán, que el próximo mes de julio cumplirá 27 años, se ha consagrado como uno de los centrocampistas más importantes de todo el campeonato, siendo prácticamente un fijo en el esquema de Julen Lopetegui y, cada vez más, llamando a las puertas de la selección española, algo que recientemente reconocía para los medios oficiales que es "un sueño y un objetivo marcado"

La gran progresión de Jordán en sus hasta ahora seis años en la máxima categoría española es, sin duda, lo que le hace estar en las quinielas en las últimas convocatorias nacionales. El 8 sevillista llegó a la capital hispalense en el verano de la campaña 19/20 procedente de la SD Eibar, donde jugó 71 partidos en Primera con el plantel armero, anotando diez goles y repartiendo ocho asistencias. Su buen hacer en el conjunto vasco le dio la oportunidad de firmar por el Sevilla FC, donde va a completar su segunda temporada con un fabuloso rendimiento para los intereses blanquirrojos. 

Jordán ha disputado con el Sevilla FC 67 partidos en Primera, anotando 3 goles y dando 8 asistencias

En Nervión, donde son ya 67 choques disputados en la máxima categoría del fútbol nacional, el catalán ha marcado tres goles y ha igualado ya las asistencias que repartió en Éibar, completando el centenar y medio de encuentros con los doce que disfrutó en el RCD Espanyol en los cursos 14/15 y 15/16. Es, a ciencia cierta, el ascenso paulatino de un futbolista ejemplar, líder en la cancha y entre sus compañeros pese a no portar aún el brazalete de capitán, además de un jugador diferente más allá del césped, donde siempre deja buena constancia de su implicación, conocimiento y expectativas.