Noche redonda la de este martes para las cuatro selecciones en liza con representación sevillista. Todas ellas han logrado la victoria y dos han sellado además la clasificación matemática para el Mundial de Catar del próximo año. Para comenzar, Dinamarca necesitaba tres puntos o el mismo resultado que Escocia pero no le hizo falta hacer cuentas. Con Delaney como titular -fue sustituido por Jensen en el alargue- y gracias a un gol de Maehle en el arranque del segundo tiempo a pase del sevillista, los escandinavos vencieron a Austria en Copenhague y completan un pleno de ocho victorias. Con dos partidos más por delante en noviembre, ya son inalcanzables para Escocia, segunda a siete puntos de distancia.
También salió todo a pedir de boca para Marruecos, que disputaba esta noche en Agadir el partido que tuvo que ser aplazado hace un mes por el golpe de estado en Conakry. Con Bono como titular y Munir en el banquillo, Marruecos goleó por 4-1 gracias a los tantos de El Kaabi y Boufal y el doblete de Amallah. Con ello se aleja ya a ocho puntos de Guinea-Bisáu cuando quedan solo dos partidos de clasificación por delante, en los que Marruecos ya no se jugará nada este próximo mes de noviembre antes de afrontar la Copa de África en enero y la eliminatoria definitiva de acceso a Catar en marzo.
Además, Augustinsson jugó los 90 minutos en la trascendental victoria de Suecia sobre Grecia en Solna. Los amarillos vuelven a depender de sí mismos a falta de dos jornadas y con dos puntos de ventaja sobre España. Forsberg de penalti e Isak, ambos en la última media hora, decantaron el partido hacia el lado local. Cierra el repaso la Serbia de Dmitrovic y Gudelj, aunque ninguno de ellos tuvo minutos en el triunfo ante Azerbaiyán en Belgrado por 3-1. Un doblete de Vlahovic al que Tadic le puso el broche permite que Serbia sea líder de su grupo con un punto y un partido más que Portugal. Eso sí, el único duelo que le queda a los serbios es precisamente ante los lusos, lo que les permite depender de sí mismos.