Tercer empate consecutivo para el Sevilla Atlético, que por tercera semana consecutiva se marcha con algo en su zurrón, pero con la sensación de que la recompensa pudo ser triple. Esta tarde en Nervión, ante un Nàstic al alza, los de Diego Martínez dominaron en la primera parte pero se encontraron con un gol en contra al borde del descanso. Reaccionaron en la segunda parte con dos goles en dos minutos a la hora de juego, pero una acción desafortunada devolvería las tablas. Fue con un tiro de Emaná desde fuera del área y tocó en Fede antes de envenenarse para el 2-2.
Aunque la gran novedad en la lista fue Borja Lasso, el mediapunta, pudo reaparecer en la recta final, se quedó en el banquillo de inicio. Una fase del partido que pronto se vio que sería sevillista. Los nervionenses no permitían al Nàstic encadenar juego y presionaban para meter a los catalanes en campo contrario. Hubo que esperar para que llegaran las ocasiones, pero el Sevilla Atlético tuvo hasta tres muy claras en el primer tiempo.
El filial dominó desde el inicio
El primero en avisar fue Ivi a los 20 minutos, pero tras resolver con clase un control complicado, le pegó en el segundo palo al cuerpo de un Reina que se había anticipado a la acción. Cinco minutos después era el propio Ivi el que centraba desde la derecha para que Curro, desde el suelo, disparase raso y volviese a hacer trabajar al meta. Y ya a la media hora de juego, intento de Matos, con control de pecho y remate dentro del área que tocó en el larguero. El lateral, eso sí, se tuvo que marchar poco después por un problema muscular.