David Carmona se mostraba exultante tras el partido, porque más allá de la derrota, el canterano debutaba en Primera División y eso es ya para toda la vida: "Tengo mucha felicidad. El resultado no ha sido el que queríamos, pero me siento feliz. Un canterano que lleva desde los nueve años, pues muy feliz, una ilusión tremenda… Me quedo con el momento en que vi la convocatoria, hasta este momento. Estar en un equipo como éste es un orgullo y hay que aprender de todos. Los canteranos intentamos llegar a este nivel. Pero de verlo de la televisión a afrontarlo en la realidad es un paso importante".
Carmona aseguró que "es muy fácil con este grupo de jugadores asentarse en el equipo y aprender de ellos. La camiseta se la tendré que dar a mis padres, que gracias a ellos estoy donde estoy. Mi padre ha estado casi diez años llevándome desde Palma del Río a Sevilla y se lo debo todo a ellos".