Después del pésimo partido copero del pasado miércoles ante el Real Madrid, el Sevilla FC comparecía en Anoeta con el lógico objetivo de sumar tres puntos, pero además con la necesidad de recobrar confianza y de alguna forma lavar su imagen en uno de los escenarios más difíciles de la Liga. El equipo de Jorge Sampaoli cumplió con creces y lejos de ofrecer dudas salió mordiendo, buscando a la Real y doblegándola con claridad con un partido soberbio en todas las facetas en el que destacó Ben Yedder con un hat trick.
El mérito del partido del Sevilla en San Sebastián es doble, porque no era sencillo sacudirse la decepción de la Copa con una imagen tan convincente, incluso demoledora, y más aún rindiendo visita a la Real Sociedad, que no caía en su casa desde la primera jornada. En Anoeta, por citar, pereció el Atlético de Madrid y empató sufriendo el FC Barcelona, lo que dice mucho de la dificultad de la plaza donostiarra.
El Sevilla salió decidido y tras golpear primero fue dueño y señor
Era por tanto una prueba de fuego y ante esa tesitura no se arrugó Jorge Sampaoli, que planteó un encuentro de poder a poder, con un once muy ofensivo, jugando con tres centrales, dos carrileros y Nzonzi en la zona ancha, quedando arriba Nasri, Vitolo, Franco Vázquez y Ben Yedder. Toda una declaración de intenciones que se tradujo al instante en el terreno de juego. En apenas tres minutos el Sevilla ya había enviado tres balones al área de Rulli. Pero la Real no se dejó someter de primeras y el partido en sus primeros 20 minutos se convirtió en un vibrante golpe a golpe, dando la sensación de que el que diera el primer directo se iba a llevar el choque. En esos minutos de incertidumbre, lo mejor era que el Sevilla no se complicaba a la hora de sacar la pelota cuando la Real apetaba, jugando en largo cuando hacía falta, no ocurriendo lo mismo con los vascos, que sufrían y mucho cuando tenían que salir al ataque.