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Iborra en el Sevilla-Atlético en la 15-16
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ENÉSIMO PASO PARA CRECER, LA CONVICCIÓN DE ABORDAR AL ATLÉTICO DE SIMEONE

22/10/2016
Entradilla
10ª cita en Liga ante el rocoso equipo del Cholo, con un atractivo duelo que medirá los dos sistemas y sus contrarios, ambos con argumentos para ofrecer solidez atrás y ataque sostenido
Cuerpo Superior

De nuevo un clásico de Primera en el Ramón Sánchez-Pizjuán, el 73º Sevilla FC-Atlético de Madrid de Liga. Cita -por muchos motivos- de las más atractivas e ilusionantes que el fútbol pueda ofrecer en la actualidad. Hay un aliciente añadido -aunque secundario al ser octubre- el  hecho relevante de que esta vez está en juego el liderato de la Liga, que refleja de forma clara el nivel del encuentro y representa prestigio para la entidad nervionense: codearse de tú a tú con un grande del fútbol. Prestigio y un ‘aquí está el Sevilla’ para medirse con los que viven en lo más alto de la tabla. Siempre con humildad y con los pies en el suelo, pero valorando dónde se está, con un objetivo por bandera: hacer disfrutar a su gente, al sevillismo.

 

Altura de miras por bandera: codearse con un grande de la Liga y hacer disfrutar al sevillismo

 

El compromiso es el más difícil y complicado que pueda abordarse en este momento. Pero si se le ha ganado en estos años a los dos grandes por excelencia, Real Madrid y Barcelona, es también abordable el reto de ganar por primera vez al Atlético de Simeone, enésimo paso para seguir creciendo con convicción. En Nervión -en Liga- los sevillistas  han  empatado a cero y a uno ante los del Cholo, cosechando tres derrotas: 0-1, 1-3 y 0-3, ésta última en agosto de 2015. La 6ª cita liguera en casa, con dos argentinos en los dos banquillos (Simeone y Sampaoli)  y jugadores compatriotas en sendos bandos, ofrece un sugerente plato futbolístico que hay que disputar. Ambos rivales tienen argumentos para elegir si esperar o salir al ataque, o las dos cosas, según el desarrollo del juego.   

Cuerpo Inferior

Evolución en ambos rivales: la teoría puede dar paso a la versión de elegir esperar atrás, salir a por el rival o las dos cosas     

 

El rival colchonero -ahí está su trayectoria sostenida en la Liga y en la Champions- es el más rocoso y efectivo: no sólo no pierde sino que es difícil crearle ocasiones. Cultiva en cada partido una lucha sin cuartel, concentración, presión y acierto goleador. Equipo que mantiene solidez en defensa y ha añadido más ataque a su nueva propuesta futbolística: 19 de sus 21 goles en Liga se los reparten seis delanteros con hambre de marcar, el  dúo galo: Griezmann (6, máximo goleador liguero) y Gameiro (3), hace nada el killer sevillista. Correa y Carrasco, en gran forma, completan otra dupla temible (3 tantos cada uno), firmando el belga en el 7-1 ante el Granada un hat trick y dos asistencias, es decir, presente en cinco de los goles. Gaitán y Torres (2 más cada uno) aportan también gol. Simeone ha alineado siempre en las ocho citas domésticas al portero Oblak, Filipe Luis, Koke, Carrasco y Gameiro.

 

El fortín de Nervión ante una prueba de nivel es el mejor argumento para afrontar el desafío con carácter, energía y oficio

 

El cuadro visitante es el que más remata en Liga, 106 veces, y el que suma con diferencia más saques de esquina (61). En la tarea defensiva, otro dato significativo: va en la cola en faltas cometidas (97). Su liderato lo sustenta en cinco victorias y tres empates; los citados 21 goles a favor y sólo 3 en contra, uno de ellos fuera de casa: 0-0 en Butarque y 1-1 en el Camp Nou. A domicilio -imbatido-  añade dos triunfos concluyentes en Vigo (0-4) y Valencia (0-2).

Ante estos argumentos, el Sevilla de Sampaoli tiene los suyos: uno determinante, el fortín de Nervión: cinco victorias (cuatro en Liga), y 12 goles marcados (11 ligueros, una media de 2,75 por partido). Un hecho cierto es que el rival suma 18 puntos y los sevillistas uno menos, 17. En caso de victoria local, con permiso del Madrid (también 18), habría volteo en la clasificación. Un aliciente añadido: el liderato de Primera está en juego y el Sevilla tiene sus opciones reales, aunque para ello hay que creer con convicción. Mostrar la misma solidez que el rival en la resta y acierto y contundencia en las opciones generadas, que existirán. Más que nunca se requiere la cabeza fría y el carácter en efervescencia, energía y oficio. Un reto para mirar alto.