El fútbol de élite pronto da una nueva oportunidad cuando se está inmerso en varios frentes: el torneo de la regularidad, la Liga de Campeones y ahora se suma la Copa del Rey, tres retos ilusionantes del que disfrutan pocos equipos. Toca este martes el debut en la atractiva competición copera, con el partido de ida de los dieciseisavos de final, FC Cartagena-Sevilla FC, en el estadio de Cartagonova, con un magnífico césped para practicar el buen fútbol y hacer goles. El objetivo no es otro que la victoria y recuperar las buenas sensaciones.
En la que puede ser balsámica cita, sólo tres días después de la última derrota sevillista, se presenta la ocasión necesaria para volver a la senda victoriosa y mostrar el gen sevillista en el que se han basado las coyunturas precedentes. Los de Berizzo, los menos habituales en este caso, están en la obligación y el compromiso de dar un paso adelante sin ninguna duda. El triunfo no sólo debe aportar la lógica ventaja en la eliminatoria sino el lenitivo de la confianza colectiva.