El fortín del Sánchez-Pizjuán acoge este sábado el 91º Sevilla FC-RC Celta de Vigo, en Liga, que debe marcar un nuevo impulso de los nervionenses en este ilusionante tramo final de 2017 en el que afrontan Liga, Champions y Copa, para poner las bases de un ambicioso 2018. Sevillistas y célticos ya hicieron historia en 45 encuentros ligueros en terreno hispalense, con 32 triunfos locales, tres empates y 10 plenos gallegos, seis de ellos acumulados en sus últimas 11 visitas: cinco por 0-1 y el último (1-2) en septiembre de 2015, con goles de Nolito y Wass, y Llorente para el Sevilla. La más reciente cita liguera, abril de este año, hubo victoria blanquiroja (2-1), goles de Correa y Ben Yedder, anotando el ex sevillista Aspas, de penalti, el gol visitante.
La pasada campaña -con Berizzo en el banquillo rival- el Sevilla FC sumó dos triunfos seguidos, al unir el citado 2-1 en Nervión al 0-3 en la primera vuelta (con hat trick de Iborra). Se da la circunstancia, habitual en el mundo del fútbol, que ahora Eduardo Berizzo -ex céltico- tendrá en el banco visitante a un ex sevillista, el otrora portero Juan Carlos Unzué, que sumó 222 partidos con el escudo sevillista, con el que más veces actuó en la élite. Ambos se enfrentarán por primera vez entre sí y a sus respectivos ex equipos desde el banquillo.
Mejorar el balance anotador y mantener la solidez, retos ante un rival tan irregular como goleador fuera de casa
El Sevilla de Berizzo es más reconocible en sus partidos de casa; su sistema defensivo, no sólo su zaga, va ganando en solidez. En las cinco citas ligueras sólo ha encajado dos goles, en la primera y última comparecencias (Espanyol y Leganés, de penalti que no fue). Una de las asignaturas a mejorar es reflejar en goles la producción ofensiva del equipo. Solo 12 tantos en la Liga, 9 de ellos anotados en Nervión. Es importante que -a dicha tarea- se sumen no sólo los delanteros sino los hombres de segunda línea, como el gran gol de Pizarro en el Camp Nou.