Vallecas como ansiado punto de inflexión. Una cita que sirva para voltear de una vez la nefasta racha a domicilio de un Sevilla que sostiene el pulso liguero gracias a su fantástica fortaleza casera. El estadio vallecano no es especialmente propicio en la historia de la Liga, pero ha sido balsámico en las últimas visitas nervionenses como eficaz lenitivo para reparar un camino desviado. De hecho, hay similitudes entre la actual campaña y la 13/14, en la que, los sevillistas, tras seis partidos sin ganar en Liga y con un empate previo también en el Calderón (1-1), fueron a Vallecas y agarraron por fin la victoria (0-1) con gol del ex rayista Coke. Fue curiosamente un 23 de febrero de hace dos años; esta vez será el 21. Posteriormente, ya en la 14/15, los de Emery repitieron la faena en diciembre del mismo 2014, con idéntico resultado (0-1), esa vez con gol de Bacca. Ahora el reto es ganar fuera tras 11 partidos sin hacerlo.
El 0-1 es talismán: se dio en las 4 victorias de Vallecas, las dos últimas en 2014
El citado tanteo de 0-1 es talismán para los hispalenses ya que es el logrado en las cuatro victorias en Primera en Vallecas (en 1993 y 2002; las otras dos en 1014). Los 15 partidos jugados en terreno rayista supusieron 8 derrotas del Sevilla y 3 empates, junto a los 4 triunfos mencionados. Las reducidas dimensiones del rectángulo de juego local obligan a apretarse los machos y a desplegar un trabajo concienzudo y atento, en el que hay que mantener la solidez defensiva, las líneas juntas y aprovechar las opciones en ataque que el choque demandará. Otro guiño positivo, con el cuadro vallecano de por medio en esta Liga, aunque en casa, fue el 3-2 sobre la bocina (86’) con la aportación estelar de Konoplyanka en una excepcional falta directa, que a la postre abrió la espita a la increíble racha local de triunfos nervionenses.