5-0: ENTRE LA CALIDAD DE BANEGA Y KONOPLYANKA Y EL DESQUITE DE GAMEIRO

Segundo Konoplyanka, que en la izquierda marca una sobresaliente diferencia con el virtuosismo que rezuma su fútbol. Cada vez que cogía la pelota por la izquierda generaba peligro ante la impotencia de los defensores del Getafe. Las primeras grandes ocasiones fueron suyas, forzó el tercer penalti, asistió a Gameiro cuando le derribaron en el penalti del 4-0 y cerró la goleada transformando el 5-0 desde los once metros.

Partido redondo y pleno de virtudes de un Sevilla que ya sólo debe ir para arriba

Y tercero Gameiro, que, como todo el equipo, necesitaba un encuentro como éste para soltarse la melena y darse un baño de autoestima. El galo fue ese cazagoles hábil y matador que le llevó en su día a la selección francesa y que se ha visto con frecuencia en las dos temporadas anteriores. En el primer tanto echufó con tenacidad un rechace, en el segundo tiró un desmarque de pillo y definió a lo grande y en el tercero, de penalti, para culminar su primer hat trick como sevillista, ajusticio a Guaita como hizo en Turín con Oblak, sin contemplaciones.

La máquina en marcha

Detrás de estas tres figuras hubo más, claro. Como la seguridad que aporta Ramí, las subidas de los laterales, hoy con Mariano muy bien en la derecha, y el oficio que despliega Iborra en cada metro del campo. Eso y un Sevilla serio, superior, que sabía lo que se hacía y que quiso y supo ser protagonista sin dar opciones a un Getafe que nunca planteó batalla. El motor ya se escuchaba, pero ahora no hay duda que ruge y que las revoluciones van a más. La máquina está en marcha y ésa es la mejor conclusión que se puede sacar del, por otro lado, cómodo choque ante el Getafe.

Este es el Sevilla que se esperaba, el que había generado tantas expectativas en verano, el equipo grande que tiene que ganar sin despeinarse ante un rival inferior, el que hasta Manchester sólo se había visto a chispazos. El camino está marcado, ahora sólo hace falta recorrerlo.