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Gameiro en el Sevilla-Getafe
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CITA DEFINITIVA PARA EL IMPULSO HACIA ARRIBA EN UN ESTADIO QUE SE RESISTE

05/03/2016
Entradilla
Duodécimo duelo entre un Sevilla que lleva siete años sin ganar en el Coliseum y un Getafe que suma siete derrotas seguidas en Liga, tres de ellas (0-1) en casa
Cuerpo Superior

Rampa de lanzamiento para revelarse y huir de sinos obstinados. El 12º Getafe-Sevilla de la historia de la Liga puede ser determinante para afrontar lo que queda de competición con nuevos bríos, agarrando con fe la victoria lejos de Nervión. La soberbia racha nervionense en casa debe ser correspondida de una vez con un impulso ganador en campo ajeno. Será frente el Getafe pero también ante la historia. El balance en el Alfonso Pérez recoge 7 derrotas, 3 empates y una victoria, la lograda en noviembre de 2008 (0-2) con goles de Luis Fabiano y Tom de Mul, luz y sombra en la memoria sevillista. El Coliseum getafense es un estadio que se resiste de tal manera a las ilusiones blanquirojas que en 11 citas disputadas sólo anotó 10 goles y en 5 de ellas se volvió sin marcar. 

 

La fe en la victoria debe estar asentada en la convicción, dejando la ansiedad al rival

 

El pleito de este sábado será una mezcolanza de ansiedades. El cuadro azulón se ha metido en problemas en esta Liga y no gana desde mediados de enero. Acumula siete derrotas seguidas, tres de ellas consecutivas en casa (0-1) ante los dos Atléticos y el Celta, hace dos semanas, rubricado por una dura derrota 4-0 en el Insular hace cinco días. En este escenario, los de Escribá intentan frenar su sangría negativa, y en él comparecen los de Emery con el decidido propósito de cortar a su vez de forma definitiva una hemorragia de pérdida de puntos a domicilio. La cual sólo tiene un único remedio válido, la victoria

Cuerpo Inferior

Emery debutó como sevillista en la Liga en el Coliseum (1-1) en enero de 2013

 

Buena referencia, aunque al amparo de su fortín, es el 5-0 en la cita liguera de la primera vuelta, con un único hat trick de Kevin Gameiro en todas las competiciones, completado por dos goles más de Banega y Konoplyanka, cuando el equipo buscaba su identidad. El choque de los tres penaltis a favor marcados. El Coliseum fue por otra parte el escenario donde Emery debutó en la Liga en enero de 2013 como entrenador sevillista. Firmó un 1-1 final, con el sino habitual del estadio getafense; marcó Reyes el 0-1 y al borde del descanso empató Colunga. Sus dos siguientes visitas acumularon dos desilusiones más con sendas derrotas mínimas, 1-0 y 2-1.

 

No hay quinto malo; las últimas cuatro salidas son motivo para creer en la victoria

 

Los caminos del fútbol son a veces indescifrables. Visitar a un equipo necesitado de puntos y victorias que peleará por no caer en el pozo de los puestos peligrosos es un arma de doble filo. Puede conducirles a la ansiedad y a la falta de confianza o por el contrario sacar el compromiso colectivo para intentar salir de esa situación. El Sevilla ya ha dado muestras en sus cuatro últimas salidas que sólo quedan el empujón definitivo y esa pizca de fortuna también muy necesaria para abrir su casillero de triunfos foráneos. No hay quinto malo: Calderón (0-0), Vigo (1-1) y Vallecas (2-2), junto a las buenas sensaciones del Camp Nou (2-1), son el reflejo evidente de que este Sevilla no es ya el de la primera vuelta en campo ajeno.

 

Los 13 goles de Gameiro en Liga se los repartes Sarabia (5), Scepovic y Vázquez (4)

 

Los goleadores azulones a vigilar son cuatro: Sarabia (5), Scepovic y Álvaro Vázquez (4 cada uno) y Lafita (3), autores de 16 de los 26 goles del conjunto madrileño. El sevillista Escudero vuelve a la que fue su casa. Por otra parte, a Gameiro también le toca ya golear a domicilio. No lo hace desde octubre de 2015, en Ipurúa, justo antes de sus tres dianas al Getafe en Nervión. Todo está dispuesto pues para que este sábado en el Coliseum, el Sevilla deje a un lado de una vez imponderables, gafes y circunstancias adversas y afronte la cita como el campeón que es. La hora y el día de dar la mejor versión. Los de Emery han demostrado con creces que saben hacerlo.