El Sevilla necesitaba un golpe de autoridad como el que dio este martes, un partido redondo y rotundo. Cumplió el guión con creces. En el minuto 4, de hecho, ya se ponía de gol, con una doble oportunidad, con remate de Vitolo al palo y rechace arriba de Reyes con Sommer ya batido. Fue un aviso de lo que vendría después. El dominio era neto para los locales, con posesiones bien trabajadas, con paciencia y con continuas llegadas, volcando el juego a la izquierda y generando mucho peligro. El Borussia asomaba la cabeza a la contra, pero las ocasiones de verdad llegaban por parte del Sevilla, sobre todo a través de un Kevin Gameiro que estaba en todas, pero que no lograba el gol pese a merecerlo.
Una marcha más en la reanudación
En la reanudación el Sevilla dio incluso un paso más adelante. Los alemanes ni se acercaron a la meta de Sergio Rico en todo el segundo acto. El control era total. Krychowiak, soberbio en la anticipación, imponía su ley y Vitolo metía una marcha más, todo bajo el mando de Banega y Reyes, con Gameiro en todos lados. El gol tenía que caer de una forma u otra, porque el acoso era constante y el Borussia se hallaba totalmente acorralado.
Tanto fue el acoso del Sevilla que al final los visitantes acabaron cediendo dos penaltis en apenas tres minutos, ambos sobre Vitolo. Gameiro transformó el primero y mandó al larguero el segundo, lo que no desalentó a los locales, que continuaron mandando con firmeza. El empuje era intenso y el Borussia concedió otro penalti claro, esta vez sobre Gameiro, que Banega transformó con calma. 2-0 y a respirar tranquilos.
"El Sevilla ganó, y ganó bien, siendo superior desde el principio"
Con los dos goles de ventaja el Sevilla se dejó ir unos minutos, por verse ya con el partido en la buchaca. Unai sacó a Inmobile y Krohn-Dehli por Gameiro y Banega. La superioridad, con independencia de los nombres, seguía siendo un hecho, porque las ocasiones caían en cascada e Inmobile, sin ir más lejos, rozaba el tercero con un cabezazo a bocajarro que Sommer sacaba valiéndose de una enorme estirada. Antes del saque de esquina posterior a esta acción, Unai sacó a Konoplyanka por Reyes, con el Sánchez-Pizjuán entregado al utrerano.
El ucraniano no quiso ser menos y dio un fogonazo de la mucha calidad que atesora. Con eso le bastó para poner a Nervión a sus pies. Recibió en banda el saque de esquina y puso un balón imposible al primer palo de Sommer, que el portero alemán acabó introduciéndose en la red. La pincelada de Konoplyanka fue de muchos kilates, un broche de oro para cerrar una noche de superioridad plena en la que el Sevilla demostró lo que tiene dentro. La goleda pudo e incluso debió ser, pero lo que hoy no entra, entrará mañana, eso seguro.
FICHA DEL ENCUENTRO
3. SEVILLA FC: Rico; Coke, Andreolli, Kolo, Trémoulinas, Krychowiak, N'Zonzi, Vitolo, Banega (Krohn-Dehli, min. 77), Reyes (Konoplyanka, min. 83) y Gameiro (Immobile, min.71).
0. BORUSSIA MÖENCHENGLADBACH: Sommer; Korb, Brouwers, Jantschke, Wendt, Hahn (Schulz, min. 73), Stindl (Dahoud, min. 68), Nordtveit, Traoré, Raffael (Drmic, min. 83) y Hazard.
GOLES: 1-0, min. 46: Gameiro, de penalti. 2-0, min. 66: Banega, de penalti. 3-0, min. 84: Konoplyanka.
ARBITRAJE: Pavel Královec (CZE). Amonestó a Reyes (min. 78), N'Zonzi (min. 89) en el Sevilla y a Brouwers (min. 49), Sommer (min. 49), Stindl (min. 52) en el Borussia Mönchengladbach.
INCIDENCIAS: Partido de la primera jornada del Grupo D de la Liga de Campeones, disputado en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán ante unos 40.000 espectadores, entre ellos alrededor de 2.000 aficionados alemanes.