Muy dolido por el cruel guión del partido se mostraba Diego Martínez a la finalización del choque ante el Granada B: "Cuando te marcan en ese minuto, la sensación de frustración y desagrado por la última jugada es inevitable. Pero hoy nos ha tocado vivir esa circunstancia y en otros momentos ha sido al revés. Lo más importante es que competimos bien, ante un rival con un gran potencial y un físico importante. El partido ha sido como pensábamos, igualado y con una dificultad en cada acción. Marcamos pronto y la primera parte fue de mucha igualdad, sin que nadie se hiciera con el partido. Cuando te enfrentas a ese potencial físico y no hay un mismo critero en los contactos individuales, se complica la tarea".
Aunque hay que valorar el buen trabajo, el técnico reconocía que faltó atar el triunfo en los últimos compases: "Estoy orgulloso por el partido que nos han dejado hacer y miramos la tabla con 44 puntos, seis más que ellos, lo cual habla de lo que estamos consiguiendo. En la segunda parte nos faltó tener tranquilidad, llevar el partido a nuestro terreno o al menos acertar en los contragolpes. No pudo ser y con la epulsión y ellos volcados arriba, era muy difícil. La gestión de los últimos minutos, al contrario que otras veces, hoy no ha sido buena. Si pierdes la concentración te puede pasar esto".