Después de la sentimental puesta en escena, con toda la liturgia que conlleva un día tan especial en el que se recuerda la figura de una leyenda caída como Antonio Puerta, Sevilla FC y Boca Juniors tenían ante sí una oportunidad magnífica, pese a ser un amistoso, para probarse y ganar confianza, sobre todo los menos habituales, en un duelo de alto nivel. Eso era sobre el papel, porque la realidad es que la voluntad por parte de ambos conjuntos se vio a ratos y el partido se lo acabó llevando el que más constante fue en intensidad sobre el campo.
Gran parte del choque fue del Boca Juniors, que salió con una marcha más. Pronto se pusieron por delante los argentinos, con un disparo desde la frontal de Benedetto en el minuto 25. Encajar el gol despertó a un Sevilla que hasta ese momento apenas se había asomado por el área de Sara. Fue pisar un poco el acelerador y llegó el empate, con un buen disparo de Nzonzi, también desde el balcón del área. Sin embargo, no llegó la continuidad, si bien Correa tuvo varias situaciones claras, porque de nuevo el Boca exhibió colmillo, marcando la diferencia y yéndose al descanso con el 1-2 de Pavón.