El nuevo año empezó con un partido nefasto en todas las facetas, tanto a nivel interno como externo, que deja el pase a los cuartos de final de Copa del Rey prácticamente imposible. El Sevilla, con una puesta en escena con novedades, fue borrado del campo en la primera media hora, ante un Madrid mucho más agresivo, que no tardó en ponerse por delante, tirando de una intensa presión que desconcertó a los nervionenses. Sólo cuando se vieron con dos goles en contra reaccionaron los de Sampaoli, que dispusieron de dos ocasiones clamorosas que sin embargo no supieron aprovechar. Las esperanzas se desvanecieron cuando Mateu Lahoz señaló un penalti sobre Modric que sólo vio él, ya con el descanso al acecho, que significó el tercer tanto de los locales. Ahí murió el Sevilla y en cierta medida el partido y la eliminatoria.
El Sevilla saltó al campo con un once esperado por pocos, con Correa arriba y Ganso en la línea de tres mediapuntas, escoltado por Nasri y Vitolo. Jorge Sampaoli una vez más demostraba personalidad a la hora de usar los recursos de la plantilla, rompiendo con todas las quinielas. Muy pronto, en el minuto 3, Correa tuvo una magnífica ocasión, que acabó en saque de esquina, aunque esa acción fue solo un espejismo de una apuesta que no dio el resultado deseado. El Madrid, que entró al campo mucho más decidido, no perdonó en la primera que tuvo y en el minuto 10 ya ganaba 1-0, después de que James aprovechara con un ajustado disparo desde la frontal una dubitativa salida de balón de los nervionenses.
El Sevilla se vio superado muy pronto por la presión e intensidad del Madrid