COMO SI LA IDA NO SE HUBIERA JUGADO NUNCA...
Con una defensa de circunstancias y un resultado difícilmente remontable, el Sevilla FC visita esta noche el Camp Nou en busca de la heroica para apuntarse su segunda Supercopa de España. Difícil, muy difícil, pero, parafraseando al siempre conspicuo Maestro Araujo, en el fútbol no se puede elevar nada a definitivo. El primer paso, como bien señaló Franco Vázquez en la víspera es pensar sólo en el partido en juego. Hacer un encuentro de nota, sin detenerse más allí es el camino.
El Sevilla FC irá a hacer daño. O al menos lo intentará, con el riesgo que eso conlleva ante el Barça en su estadio. Pero ya ha quedado claro que la filosofía no se negocia y cuánto más se intente antes llegarán los resultados, porque materia prima hay de sobra. No obstante, los daños colaterales de los dos últimos encuentros van a propiciar un once muy renovado, con abundante presencia de jugadores del filial. Sobre todo en la defensa, con la posible inclusión de David Carmona en el lateral zurdo y Diego González junto a Mercado en el centro, los cambios serán notables. Buen momento, pese a todo, para poder ver el potencial de esos jugadores que hasta la fecha no han dispuesto de excesivas oportunidades y que quieren dar un paso adelante.
La rotación es obligada para tener el físico que exige la idea de Sampaoli
La variación en el once es obligada, no sólo por las bajas sino porque para jugar presionando arriba, con el desgaste que esto supone, se necesita frescura, tal vez lo que le faltó al equipo en la reanudación el pasado domingo. Con esta forma de juego el depósito tiene que estar lleno y seguramente por ello vaya a ponerse en liza un once absolutamente renovado.
Con el resultado cosechado en la ida, más allá de que se pueda conseguir la Supercopa –lo que sería una auténtica sorpresa-, el Sevilla necesita dar una imagen convincente que le permita salir indemne de un escenario en el que a poco que se deje ir puede llevarse una escandalosa goleada. Es lo que le pasó, por ejemplo, en la Supercopa de 2010, cuando cayó por un abultado 5-0. Se trata de seguir trabajando la idea de ser un equipo protagonista y a la vez efectivo, posiblemente en el escenario donde más difícil resulta lograr esto.
La pretensión, más allá de lo lograr un título improbable, debe ser salir airoso y ganar confianza
Nada de lo que ocurra en el Camp Nou, no obstante, debe conducir a conclusiones precipitadas, porque esto acaba de empezar y es evidente que el Sevilla FC de Jorge Sampaoli, por sus múltiples caras nuevas y el cambio de filosofía, necesita tiempo y confianza. Sin embargo, saliendo airoso de partidos de máximo nivel como el de esta noche la confianza crece mucho y sin duda se le gana tiempo al tiempo, que es de lo que se trata.