Duelo histórico e inédito entre campeones. El Sevilla FC -que hace tiempo dejó de ser un actor secundario en Europa- será de nuevo uno de los actores principales de una de las mayores fiestas del fútbol continental. A ella llega el Liverpool con una sola derrota en 14 partidos, y los sevillistas con dos derrotas en 8 citas, levantando el ánimo tras su paso por la Champions. La finalísima de Basilea enfrenta a dos equipos que hasta ahora han ganado todas las finales en las que han estado presentes; cuatro y tres, respectivamente. El camino ha sido muy difícil. Es oportuno recordar ahora que todos los analistas coincidieron en afirmar que la vigente edición era de las más caras de la historia, algo que prestigia aún más a ambos conjuntos. Otra cosa es ya segura: los nervionenses son ya parte de la mejor historia europea, pase lo que pase.
Cita muy abierta: ambos sustentaron su camino en sus templos de Nervión y Anfield
El Sevilla eleva su prestigio, pero ante este rival incrementa su reputación europea. Los ‘reds’ destilan el aroma de pertenecer a la élite más selecta del continente futbolístico: suman 11 títulos en 16 finales europeas. El SFC (con cinco títulos en ocho finales) busca seguir ese camino, debiendo romper además la racha inglesa ante rivales españoles en una final. Ganaron al Madrid en Copa de Europa (1981) y al sorprendente Deportivo Alavés en Copa UEFA (2001). Es ilusionante pensar que a la tercera puede ser la vencida… Respaldada por la experiencia hispalense de su 3ª final consecutiva, mientras los ingleses no viven una desde hace nueve años. En 2007, año del anterior doblete sevillista. No obstante, la plata acumulada no gana títulos. La de Basilea es una cita exclusiva, y hay que vivirla como si fuera la primera.