José Castro cumple este 14 de enero tres años al frente del club. En esta entrevista concedida a los medios oficiales hace balance de su etapa presidencial, hablando de títulos y retos, de la unidad como el único camino, de la humildad como arma para no perder la perspectiva y de las tres palabras mágicas -trabajo, acierto y constancia- que resumen su gestión. Si a eso se le añade la conjugación de prudencia y atrevimiento se puede entender el Sevilla FC actual que tiene enganchado a todo el sevillismo ante una nueva temporada repleta de motivos para ilusionarse.
Se cumplen tres años desde que asumiera la presidencia… ¿Ha sido todo como esperaba?
La verdad que ha sido aún mejor. Para un presidente lo más importante es que la Sociedad funcione bien, que funciona bien, y que consiga objetivos, y tres años, tres títulos y varias finales… Por lo tanto ha sido aún mejor de lo que esperábamos, por los tres títulos, porque en esta temporada estamos hablando que estamos segundos, en octavos de la Champions y con una enorme ilusión en esta segunda vuelta para conseguir objetivos aún más importantes.
¿Qué hay detrás de los éxitos?
Hay muchísimo trabajo, de muchas personas, de empleados del club, no sólo de los futbolistas y de los técnicos, que evidentemente son los más importantes. Yo creo que aquí todos aportamos para conseguir estos títulos. También hay trabajo del Consejo de Administración, del que me siento satisfecho y por qué no decirlo, incluso de mí. Estoy contento del trabajo que he realizado y de la cantidad de horas que le echo al club, que las echo con mucho agrado y con mucha ilusión.
Tres palabras para una Presidencia: "Trabajo, acierto y constancia"
Cuando llegó a la presidencia decía que ser presidente era muy grande, pero más importante aún era ser sevillista. ¿Sigue pensando lo mismo después de vivir de cerca los triunfos logrados?
Sigo pensando lo mismo. Es más importante ser sevillista que presidente, ésa es mi forma de pensar, cuando ser presidente es lo más para cualquier sevillista.
Y su vida… ¿En qué ha cambiado?
Ha cambiado mucho, porque si bien es verdad que llevo muchos años en el club y que como vicepresidente tenía notoriedad, lógicamente de presidente mucho más. Prácticamente tu vida privada se acabó… Sobre todo trabajo, estoy por y para el Sevilla, durante muchas horas al día… Intento que esta casa funcione lo mejor posible y de la forma que yo quiero, que todo vaya al unísono, con la misma ilusión y la misma línea de trabajo, porque sin duda los objetivos de esta entidad se consiguen desde la unidad.
Defíname su etapa presidencial en pocas palabras.
Trabajo, ésa es una. La otra es acierto, evidentemente el trabajo sin acierto no tiene sentido. Si nuestra plantilla jugara muy bien, pero no acertara a marcar goles, no hubiéramos llegado a donde hemos llegado. Trabajo, acierto y constancia, porque a veces las cosas no salen y hay que seguir con constancia para que salgan.
"Intento que esta casa funcione lo mejor posible: los objetivos de esta entidad se consiguen desde la unidad"
El exceso de azúcar en ocasiones puede cambiar a las personas… ¿Ha cambiado?
No, no me ha cambiado para nada el azúcar que me puedan dar, porque además en el futbol no solo hay azúcar, también hay críticas continuas, porque cada semana hay un examen. Mi forma de ser es la que es, nada ni nadie me va a hacer cambiar.
¿Es difícil controlar el ego ante tanto elogio?
Es difícil para el que no es humilde, para el que es humilde no es difícil… A mí me pueden halagar todo lo que quieran, pero yo siempre digo lo mismo: hay que luchar, hay que seguir trabajando… Yo soy un optimista enorme, pero también soy realista. No quiero grandes adjetivos que no sean míos. Soy una parte del club, ahora soy la parte del presidente, que es la más importante, pero el trabajo aquí es de todos, de verdad que pienso que el trabajo es de todos y que los elogios tienen que ser para todos.
"Me pueden halagar todo lo que quieran, pero yo siempre digo lo mismo: hay que luchar, hay que seguir trabajando"