Partido completamente a contra estilo y ante uno de los grandes favoritos al ascenso el que ha tenido que disputar el Sevilla Atlético esta tarde en Girona. La incesante lluvia que cayó sobre Montilivi complicó muchísimo el juego para ambos equipos, lo que propició que antes del descanso apenas hubiera acercamientos a las áreas. Eso sí, cumplida la hora de juego llegaron dos arreones locales que aprovecharon respectivamente Longo y Sandaza para decidir el partido.
El colegiado esperó a última hora para decidir si se disputaba o no el partido. Y aunque los charcos eran claramente visibles en muchas zonas, finalmente se optó por jugar. Tocaba mentalizarse y afrontar un partido casi de otro deporte, en el que no quedaba otra que abusar del rival directo y no intentar rasear el balón. Lógicamente eso mermó el espectáculo y obligó a ambos equipos a fajarse de lo lindo.
En esas circunstancias el filial controlaba a la perfección el partido en defensa, volcando el juego por la izquierda con un incisivo Matos. Desde esa misma banda nacieron las dos más claras del filial, balones de Ivi que a punto estuvieron de complicar al meta René en el segundo palo. Por su parte, los de Pablo Machín sólo lograron encadenar una acción de ataque, pero Longo lanzó desviado junto al poste.