Junto a la victoria copera reciente (4-0) ante el Cartagena, los tres triunfos restantes son de la Champions League: el de peor recuerdo (2-1) ante el Leicester City, que no bastó para pasar a cuartos del curso pasado; y los dos de esta temporada frente al Maribor (3-0) y Spartak de Moscú (2-1). Las nueve tablas, cuatro en la Liga 16/17 (Villarreal, Leganés, la sorprendente ante el Sporting y Real Sociedad) y en la 17/18 (Espanyol y Levante, el último duelo en casa que tanto escoció al sevillismo).
El resultado más repetido es 2-1, que coincide con la media de goles a favor (2) y en contra (0,7). Y, en 13 de 26 citas, portería a cero
En los citados 26 partidos marcó 52 goles (justo dos tantos de media) y encajó 19 (0,7 por cita). En la mitad de citas (13 de 26), la portería quedó a cero. Curiosamente, el resultado más repetido en 2017 es 2-1 (seis veces) y 2-0 (cuatro veces). Hubo tres empates a cero y en cuatro ocasiones los locales marcaron tres goles, una vez cuatro dianas (Dépor) y el 5-0 a Osasuna que cerró el curso pasado. La media se mantiene en esta Liga en casa: 27 goles a favor en 13 choques (2) y 9 encajados (casi 0,7). El reto es por tanto mejorar la producción anotadora en feudo propio.
Los cénits competitivos se vivieron en la cita liguera con el Madrid y los empates de Champions ante Basaksehir (2-2) y Liverpool (3-3)
Si vibrante, aunque insuficiente, fue el 3-3 copero ante el Madrid del curso anterior (ya se venía de un 3-0 en la ida), inolvidables fueron el 2-2 ante el Basaksehir turco que aseguró el billete a la fase de grupos y el 3-3 ante el Liverpool, en una segunda parte memorable levantado un 0-3 al mítico campeón inglés. Cita que refleja por sí sola la atmósfera que respira el teatro de los sueños nervionense en ocasiones estelares. El dato añadido es que, antes de empezar el año que ahora acaba, la serie de victorias venía de atrás y se eleva a 20 en 29 choques, si sumamos tres de 2016, como tiempo real invicto en casa.
El cénit competitivo que deja 2017 en la retina del sevillismo es el encuentro de la Liga 16/17 ante el Real Madrid. Cuando los merengues ganaban 0-1 y se presagiaba iniciar el año con derrota. Sin embargo, en los minutos finales la inefable magia del santuario sevillista surgió de nuevo con toda su fuerza. La remontada se hizo realidad palpable con gol en propia puerta de Sergio Ramos y el recordado trallazo de Jovetic desde fuera del área que provocó una explosión de júbilo y rabia contenida, por la victoria y por el rival. Pocos goles ha festejado el sevillismo con tanto gozo. Fue el sello inconfundible de su fortaleza. Nervión en 2017 volvió a demostrar que sigue siendo una leyenda perpetua.