Volvía el Sevilla Atlético al Viejo Nervión para medirse al Sporting de Gijón, rival en plena pelea por el ascenso a Primera división y que venía a la capital hispalense con muchas emociones tras la dura semana vivida por el fallecimiento de Quini.
El encuentro arrancaba tranquilo, sin ninguno de los dos equipos haciéndose dueño del encuentro hasta pasado el primer cuarto de hora, donde el conjunto visitante superaba a los blaquirrojos en el centro del campo y se volcaba sobre la portería de Ondoa. A pesar de no disponer de ocasiones claras, el Sporting se iba posicionando en el césped mejor que su rival.
Dicho y hecho, pasada la media hora de juego, y justo tras haber desperdiciado una clara ocasión por parte de Barba, Calavera penetraba por banda derecha y ponía un pase de la muerte para Rubén García, que solamente tenía que empujarla al fondo de las mallas del guardameta camerunés del filial. Poco antes del descanso, por solicitar una amarilla para un rival, Luis García Tevenet era expulsado.