Por primera vez un equipo lituano en el Ramón Sánchez-Pizjuán. El club nervionense sigue enriqueciendo su brillante historia continental tras depararle el sorteo en la Q3 de la UEFA Europa League un inédito Sevilla FC-FK Zalgiris. Segundo paso previo antes de poder acceder a la fase de grupos de un torneo en el que es el máximo referente con cinco entorchados, su palmarés se ha ido engrandeciendo al afrontar con rigor una competición con la que tiene una complicidad mutua, devuelta en forma de éxitos.
Con independencia del rival, es pues el de este jueves otro reto ineludible que exige olvidar todo lo demás en esta semana clave, centrarse en la importante cita y darle su sitio, con la ilusionante dinámica europea, ofreciendo al sevillismo un nuevo triunfo, el mejor acicate para reforzar la confianza y mirar de frente los próximos compromisos.
Es la segunda eliminatoria europea 18-19 ante un rival desconocido en lo futbolístico para el Sevilla FC, pero que ha dominado claramente durante la última época en su país, Lituania. El cuadro verdiblanco -en sus dos cruces anteriores- ha dejado en la cuneta al Klaksvík por un global de 3-2 (triunfo 1-2 fuera en Islas Feroes y 1-1 en casa) y al Vaduz de Liechtenstein, por 2-1 global (1-0 en su estadio y 1-1 fuera en la cita del pasado jueves). Los dos por la mínina, dos victorias y dos empates; aún no conoce la derrota. Este jueves afrontará sus primeros minutos de competición no sólo frente a los sevillistas, sino ante cualquier otro equipo español.